lunes, 25 de noviembre de 2013

Capítulo 8


-Joder, Amanda no te vayas. Déjame explicarte- me coge de las manos y me hace mirarlo a los ojos.
Mi única respuesta es un silencio. En mis ojos se ven reflejados el desprecio que siento hacia él en este momento.
-No me mires asi, Amanda. No soporto esa mirada.- Sus ojos empiezan llenarse de lágrimas, pero yo mas fuerte aún más dura no quiero saber nada. Si llora...Que llore . Ahora mismo lo único que me importa es coger mis cosas y salir corriendo de aquí lo antes posible.
Esta insistiendo que le hable, que le deje explicarme porque ha hecho esto y la verdad no quiero volverlo a escuchar más.
-Lorenzo-le grito- Déjame de una puta vez. No quiero volverte a ver mas. No quiero escucharte, déjame joder- Mi voz se va apagando y roncando cada vez mas y callo, no quiero que me vea llorar.
Solo pronuncia mi nombre una vez más y me mira, baja la cabeza y se da la vuelta y sale del cuarto.




Voy detrás de él a cerrar la puerta, la cierro con violencia y el sonido del portazo resuena en todo el cuarto.
Empiezo a meter mis cosas en las maletas, mientras, lágrimas caen alborotadas sobre mis mejillas.
Mi mente va recordando los momentos que he vivido con él, que aunque son pocos, han sido demasiados intensos. Se podría decir que si, que me ha partido el corazón.
Mi vocecita en interior me habla, intento no echarle cuenta pero me es imposible <<siempre eres la misma Amanda, todos los hombres te la juegan, todos , todos te quieren mucho hasta que te la meten, cuando la tienes dentro ya te están dejando de querer, y si no es asi, te ocultan cosas, acuérdate de Fran>> Joder mi mente en vez de animarme me hunde mas aún.
Después de media hora recogiendo mis cosas me dirijo al salón, porque aunque sé que está Lorenzo, que en verdad no tengo ganas de verlo, es el único sitio por donde puedo salir, porque si salgo por la otra puerta tendré que dar un giro demasiado grande y no tengo ganas tampoco.
Salgo de la habitación acalorada, enfadada con cara y mirada triste. Estoy cargada con mi maleta. Me da pena Lorenzo porque veo que no está bien,pero más pena me doy yo por lo que me ha estado ocultando.
- No, joder, Amanda no, no puedes irte asi sin más, déjame explicarte porque carajo ha sido todo esto, porque te lo he estado ocultando...
-Cállate-le grito y exijo. Sigo mi camino hasta la puerta pero él se pone delante de la puerta haciendo de muro para que no pasara.
-Quítate Lorenzo de ahí ya, déjame irme.- Mis palabras suenan fuertes y exigentes.
-No, Amanda, ¿Porque no quieres escucharme? Déjame explicártelo.
-Joder Lorenzo es que no te enteras, ¿Es que no sabes que has tenido tiempo de contarme y no lo has hecho? Es que ahora no me sirve que te pongas así. Desde el primer beso que me diste me debías de haber dicho que estabas con otra, joder, me siento tan tonta...
- No te sientas tonta Amanda-dulcifica su voz mientras se acerca y me acaricia el pelo pero yo aparto su mano no quiero que me toque.
-No quiero que me toques, no quiero que me hables. Lo único que quiero es salir de aquí e irme de una puta vez.
-Amanda...No puedes hacerme esto...-Me mira con una mirada suplicante.
-¿Qué no puedo hacerte esto?¿Cómo?¿Perdona? Te recuerdo- recalco recuerdo- que has sido TÚ quien me has engañado. Te recuerdo que has sido TÚ quien ha estado jugando a dos bandas...Te recuerdo....
 Me planta un beso en la boca, es un beso tan necesitado, tan sabor a gloria pero enseguida me dashago de él, un guantazo en toda la cara.
- ¿Qué coño te crees Lorenzo? ¿Te crees que esto es una puta pelócula  y que cuando me das un beso todo se arregla? ¿ Te crees eso? ¿O quieres hacerme creer que yo soy la mala de aquí? Que me dejes, que te tengo asco, que no quiero saber más nada de tí, que para mi ya no existes. Si me engañas por esto, quien sabe que podria pasar en un futuro, no te quiero en mi vida Lorenzo.
- Lo que podria pasar en un futuro es que estuvieramos juntos Amanda, nadie más solos tu y yo.
- Mira lorenzo, guardate tus mentiras. Se acabó, no quiero escucharte salir de tu puta boca una puta palabra más.
Agacha su cabeza y no dice nada. Se aparta de mi lado y me deja paso para poder salir. Cojo mis cosas y salgo, quiero salir de allí ya. Me ahogo en esta espiral de mentiras. Ya estoy por el jardin y Lorenzo viene detras de mí, me esta alcanzando y su voz suena entrecortada.
- Amanda, quiero que estes aqui conmigo. Déjame aunque sea tener un puta oportunidad de explicartelo todo.
Joder, otra vez igual, ¿Es que de verdad que no se cansa nunca de insistir e insistir? ¿No sabe lo que es un NO como respuesta o que?
Respiro hondo antes de girarme. Respiro unas 3 veces para tranquilizarme porque si me doy la vuelta, le podria soltar otro guantazo y aunque no soy para nada violenta  este chico ahora mismo saca todo lo malo de mi. Todas las buenas espectativas que tenía de él se han ido a la mierda por su culpa. Me doy la vuelta tras las respiraciones, parezco más tranquila...Solo lo parezco.
-Lorenzo, déjame pensar. Déjame descansar mi mente un poco. Cuando esté lista de nuevo te llamaré, pero por favor, déjame pensar.
Me mira a los ojos y volvemos a tener ese único contacto que tenemos él y yo. La  verdad me estaba haciendo bastantes ilusiones con él para luego nada, llevarme todo el chasco.
Voy yendome cuando por última vez escucho el sonido de la voz de Lorenzo. Suena un poco a lo lejos pero suena tambien un poco suplicante.
-Llámame, porfavor.

Cojo mis maletas aún más fuerte y voy en busca de un taxi. Estoy andando no se por donde solo hay edificios antiguos, cuando por fin veo una calle con carretera, al final veo que hay un taxi esperando, libre pone en su tarjetita, mis pies sienten que ya era hora de descansar.
-Please, can you take me to the airport?
-Oh, yes, come on.
Y sin pronunciar una palabra en todo el viaje llego al europuerto. Apenas he tardado en llegar al aeropuerto, y lo único que he hecho ha sido ver los paisajes que quizás nunca más volveré a ver por traerme malos recuerdos.
Y allí estoy, frente al pequeño aeropuerto, aquel que hace nada bajaba encantada y que ahora subo triste...me siento como una puta mierda.
Busco para comprarme un billete lo más rápido posible.
 Espero que este revés me haga pensar más las cosas y no ser tan impulsiva.
Voy a apagar mi móvil cuando veo que tengo un dos mensajes.
Primer mensaje mi madre
<<Hola cariño, ¿Cómo estas? ¿Llegaste bien? Llámame, un beso. Te quiero>>
 aún no la he llamado desde que he llegado, pobre... Pero tampoco pienso llarmarla no me apetece nada ahora.
Segundo mensaje Lorenzo
<<Amanda, lo siento de verdad ya que no me dejas explicartelo en persona te lo explicaré por aqui. Yo no la amo, y  lo sé desde el primer momento que te ví. Además la cosa no iba bien con ella... Estaba pensando en dejarla, no quiero nada con ella de verdad. Amanda, no te quiero perder, que aunque hemos pasado poco tiempo juntos ha sido lo más maravilloso que me ha pasado en mi vida. Si no te lo he contado antes ha sido porque me daba miedo de perderte.>>
Pues si que ha escrito... Aunque esto me hace sensibilizarme lo único que consigue es hacerme llorar, me siento tan tonta...
Apago el móvil sin responder. Tengo que subir al avión.


-Por favor, abrochense los cinturones. Estamos a punto de aterrizar- la voz de una azafata hace que me despierte de mi profundo sueño. Se me ha pasado el tiempo en el avión muy rápido, creo que ha sido porque me he quedado dormida, lo necesitaba.
 Al fin respiro aire de Madrid, el aire de Madrid esta un poco contaminado pero necesitaba ese aire, ese aire que si me ha sido tan fiel desde pequeña.
Lo único que me apetece es irme a mi casa y desaparecer una semana por ahí. No quiero que mi madre me vea así, le dire que estoy bien y que volveré dentro de unos dias. No quiero que se preocupe por mi, y por mis impulsos.
Abro la puerta de mi casa, mi tan ansiada casa. Mi casa, la que me trae más recuerdos que cualquier sitio de esta ciudad. Me trae buenos recuerdos, malos recuerdos y recuerdos regulares, pero aun asi es mi casa. Ya no me siento tan protegida dentro de ella como antes, por lo que paso con mi padre, sé que solo pude quedarme aquí porque estaba Lorenzo, si no no podría.
Dejo la maleta al lado de la puerta y voy a mi cuarto, me estiro en mi cama. Suspiro mi cama, la cama que ha tenido mucho movimiento estos ultimos dias, y rio con una lágrima cayendo al recordar todo lo que he pasado en ella. Me vuelven flasch back de hace unos dias.
Lorenzo y yo en la cama, follando como si nunca lo hubieramos hecho. Hasta saciarnos los dos, hasta llegar al límite.
 La voz de ella resuena en mi cabeza y me quita de mi ensoñaciones.
¡Joder, Lorenzo porque tuviste que cagarla lorenzo?  ¿Por qué cojones por qué si todo iba tan bien?
 Quedo llorando allí, triste y sola sin nadie que me pueda consolar.
Despierto asustada, al empezar abrir los ojos los noto que me escuece  de tanto llorar. Me noto la cara empapada tanto de mocos como de lágrimas. Me levanto y lo que veo en el espejo reflejado no es a mi misma si no a una mujer demacrada, sin brillo, sin ganas de nada, decepcionada.  Cómo lo suponía los ojos los tengo hinchados.
Lo primero que se me ocurre es darme un ducha, por fin noto el agua calentita cayendo por mi cuerpo, para mi ahora mismo es un lujo. Salgo de la ducha mucho mejor pero aún pensando en él y en la voz de ella . Intento desesperadamente quitarme ese maldito recuerdo de mi cabeza , pero me es imposible. Mi mente me atormenta, yo misma me estoy haciendo mal  pensando una y otra vez lo mismo.
Intento vestirme mientras me miro al espejo. En el espejo se refleja a una mujer  con los pelos mojados y al natural, nada que ver con la mujer de hace unos minutos. Tengo mucho mejor aspecto. Me miro al espejo y pienso e intento enterdelo pero mi orgullo y mi consciencia no me lo permiten. Es demasiado, me lo deberia de haber dicho. Si miente en esto...No sé en que más me puede mentir.
Puedo parecer dramática, pero no lo soy. Lorenzo me habia llegado y de verdad, me habia hecho sentirme bien, habia estado agusto a su lado y en el sexo eramos como dos quinceañeros con las hormonas revolucionadas y ahora... Ahora somos una mierda. Mis ojos se vuelve a llenar de lagrimas . Mi voz interior se revela <<venga Amanda no seas idiota no te mereces esto... Mírate, eres guapa , estas buena, cualquier hombre se querria acostarse contigo>> Y exactamente eso es lo que no quiero q me vean como un trozo de carne si no como para algo más. Joder, tengo sentimientos, no soy una puta piedra.
Voy a mi armario a por ropa meto de todo, solo quiero salir, irme a una isla de francia y olvidarme de todo.
Enciendo mi movil veo 5 llamadas perdidas, todas son de Lorenzo. ¿Acaso no se da cuenta que no tengo ganas de hablar con él? ¿Acaso  no lo entiende?
Llamo a mi madre

-Hola mamá- Intento sonar feliz
-¿Qué te pasa, hija?-

Mierda. ¿Por qué siempre tiene que notarme como estoy?
- Nada estoy cansada, ayer salí y cogí frió..- A ver si  hay suerte y cuela.
- Ah vale hija, estas bien ¿Verdad? ¿Qué tal te va con el chico?-  Que acertada ha estado ella, hablándome de Lorenzo... me esperaba su pregunta pero aún no estoy preparada para hablar de él.
- Todo bien mamá, te tengo que dejar que tengo cosas que hacer, luego hablamos.- Intento acortar la conversación lo más rápido posible.
-Vale hija, adiós. Un beso. Cuídate y te quiero.-
-Adiós mamá-
Cuando escucho el  te quiero pongo los ojos en blancos. No me gusta que me diga ella que me quiere no por nada, si no porque  no soy cariñosa con mi madre. Yo de quien de verdad sentía  devoción era de mi abuela. Pobrecilla, que este bien donde quiere que esté. Ojala la pudiera ver una última vez...
Cojo mi portátil  y me siento en mi sofá. Busco un viaje que salga para Francia. Necesito irme de aquí, cuanto antes mejor.
Después de buscar los vuelos más rápido encuentro uno, faltan 5 horas para que salga. Voy a coger las últimas cosas que me quedan y me voy al aeropuerto.
Como no he deshecho la maleta... no me hace falta hacerla.
Mi móvil suena, a ver quien es ahora...
No, mierda, es mi jefe, debería haberle llamado...
-Hola Oscar, ¿Qué tal estas?- Intento sonar simpática, pero no me sale más que una sobreactuación, no estoy de humor y menos ahora.
- Amanda, siento mucho lo que te tengo que decir- suena serio, a mi vientre le entra hormigueos, no se que le pasará...
- Tienes que volver de Florencia lo más rápido posible, es decir como mucho mañana tienes que estar aquí-
Pero ¿Qué dice este loco? ¿Cómo que tengo que volver? Ya hablé con el sobre Florencia , ya sabia que me iba unos días y ¿Ahora me pide esto? ¿Pero que se cree? ¡Joder, joder, joder! Ahora no Oscar de mierda.
-Pero tengo días cogidos, es decir como vacaciones Oscar, es imposible...
-Amanda, es una orden. Sé que me has hecho muchos extras, sé que has dado mucho por esta empresa, pero por eso mismo te lo estoy diciendo Amanda, esta empresa más que nada te necesita ahora.
- Oscar...Esto no esta bien
Estoy super cabreada, no me gusta lo que esta haciendo, he sido buena nunca he faltado y para una puta semana que me cojo de mis dias, de haber ganado mis dias como nadie se lo ha ganado me hace esto... es un puto desagradecido. No puedo hacer nada, solo ir y callar.
-Amanda, lo siento mucho, solo va a a ser mañana. Después podrás cogerte 2 semanas de más que la que tienes, de verdad.
A regañadientes acepto y colgamos.
 A la mierda el viaje, se acabó la tranquilidad en mi mente.
Estoy cansada, no quiero hacer nada y tengo hambre.
Llamo a la pizzeria y me pido una pizza 4 quesos entera para mi sola. Estoy deprimida necesito chocolate, pijama, películas y comida.
Mi noche la paso comiendo y viendo películas románticas. He acabado empapada en lagrimas y mocos. Esta faceta de mi la he visto muy pocas veces, tan pocas que me sorprendo cada vez que la veo.
Quiero explicar que lo que he vivido con Lorenzo ha sido muy fuerte, nunca había sentido así por un hombre, y más sin conocerlo de nada voy a donde vive o se queda conmigo en mi casa...
Estoy acostada en mi cama apunto de dormir cuando noto mi móvil vibrar.
<< Amanda, no se ni que decir, ni como hablarte, joder, aunque no lo parezca te quiero, puedo parecer idiota, pero es la pura verdad. Déjame verte.<<
Por un lado me da pena por la situación de la hermana pero por otro lado me da pena por mi.
Mi corazón va a mil por horas. Lorenzo no es malo joder, se ha portado muy bien conmigo pero ocultarme lo de su prometida... me hace perder toda la confianza.
Entre sollozos me dejo llevar por el sueño.
Abro los ojos de par en par a mitad de la noche, me encuentro mal. Tengo ganas de vomitar y estoy mareada. Creo que voy a caer enferma. Voy al baño me miro al espejo y me veo la piel super blanca, parezco la pared. Voy a la cocina a buscar una pastilla y un vaso de agua. En cuanto me la tomo me vuelvo a la cama de nuevo. No me encuentro nada bien.

Suena mi reloj antes de lo que esperaba. Mi mierda de dia acaba de empezar.
Parezco un robot: ducha, vestirme, maquillarme y desayunar.
Esta vez me toca llevar unas botas planas, estoy mareada,si me pongo tacones no tendré estabilidad.
Cojo el primer taxi que veo y llego  a la agencia.

-¡Aquí estas Amanda! Al fin. - Me abraza. Aparta tus sucias manos de mi, asqueroso.

-Ho...hola- tartamudeo su reacción me hace quedarme de piedra , no recuerdo que fuera tan cariñoso.
-Amanda...Vamos nos están esperando-
-Vamos Oscar, vamos a ver que era tan importante....

Mil cincuenta horas después acabó la puta reunión.
Ya puedo al fin , tomarme mis dos semanas extras de vacaciones.
Miro mi móvil,  no tengo nada.
El no ver nada me hace sentir un vació dentro de mi. Me esperaba un mensaje de Lorenzo o, por lo menos esperaba algo de él.
Estoy jodida.  Quiero estar sin él, pero a la vez quiero estar con él. Es un poco como el perro del hortelano que ni come ni deja comer.
Joder Amanda, mi vocecita interior me echa la bronca. Eres contradictoria, arriésgate con este chico si tanto te gusta, todos nos equivocamos, dale un oportunidad. Por otra parte mi conciencia me dice que si miente en esto no quiero saber en que no miente...
 No puedo pensar más. No quiero pensar más. Necesito despejarme, necesito tomar algo, coger aire y conocer a gente nueva.
Me paro en el primer pub que hay. Me siento en la barra y me pido un chupito y asi voy uno tras o otro sin parar.

Pienso en el futuro con Lorenzo, pienso como hubiera sido. Pienso si será bueno hacerlo esperar para vernos o si lo llamo y nos vemos. Tengo mi mente en duda. Estoy en duda yo.
Otros chupitos van cayendo y me voy emborrachando de recuerdos. Siento la necesidad de llamarlo, siento la necesidad de verle, de tocarle, de besarle... pero hay algo que me para.
-Hola guapa- Se me acerca uno.
-Hola-
Lo miro fijamente, es un tipo alto, muy moreno, guapo.
-¿Qué haces aquí sola preciosidad?- Se acerca a mi. Coge el primer asiento que ve y se sienta a mi lado.
-  Que no me quiere nadie- le digo mientras me bebo lo que me queda de mi chupito.

-no me creo eso, ¿Tienes novio?- Me toca el pelo y lo miro a lo ojos.
-¿Qué haces? Baja la mano querido, no tengo novio y no quiero novio.
¿Tan difícil es dejar a una chica en paz? Joder si estuviera bien ya me hubiera tirado a este tío, pero no me apetece, estoy jodida por Lorenzo. Maldito Lorenzo.
- Vale preciosidad solo te tocaba el pelo, si no quieres no pasa nada.- Me sonríe.
Lo miro a los ojos, es muy atractivo. Tengo que olvidarme de Lorenzo y cuanto antes lo haga mejor.
Nos quedamos mirando los dos. Parece que me ha leído el pensamiento y se acerca lentamente.
Me coge de la espalda y me lleva hacia él. Junta sus labios con los míos y empezamos a besarnos. Sé que no es Lorenzo el que esta besándome  y esto hace que este incómoda pero en este momento me da igual, quiero tirarme a este tío y olvidarme de todo.
- Vamos al baño guapa.-

Me coge de la mano y me lleva hasta el baño, echa el cerrojo y empezamos a besarnos. Me apoya en la pared y él empieza a tocarme por debajo de la camiseta, me toca los pechos mientras me besa el cuello. No quiero esto, pero le sigo besando. Empieza a bajarse los pantalones y empieza a desnudarme.



jueves, 21 de noviembre de 2013

Capítulo 7



El taxi tarda unos 20 minutos en llegar al hospital.

Florencia es una ciudad donde el arte esta a la orden del día y donde hay unas lujusas tiendas de marcas verdaderamente caras.
Voy mirando todo desde la ventana del coche: fachadas, tipo de suelos ... Y ese cielo tan azul, me quedo fascinada, realmente es bonito.
El hospital tal y como me ha dicho Lorenzo, es viejo.
Ver el hospital me hace ver una alucinación de lo que creo que quiero que pase dentro.

Me veo a mi llegando desde lo lejos de un pasillo y me parece ver a Lorenzo de lejos, él se gira y me ve.
Entonces se queda con la boca abierta, me mira, me abraza me pregunta varias veces si soy yo y me dice que me necesitaba,0 que al fin estoy aquí... Acto seguido me besa.

Lo sé, es un poco en tono de película, pero la verdad me gustaría que me pasara, aunque no veo a Lorenzo haciéndolo, en fin... Fuera ensoñaciones.

Entro en el viejo hospital, hay lo típico de todos pero con cosas diferentes. Eso lo hace aún más bonito. Hay enfermeras por todos lados, personas con sus enfermos en cada habitación, todo igual que en el hospital de Madrid.
Cuando me dirijo a recepción me doy cuenta de que no me sé los apellidos de su hermana, y su nombre es muy común en Italia, es como María en Madrid... Lo único que se me ocurre es buscarlos planta por planta.
Tras un largo rato de buscarlo en diversas plantas y diversos sitios no lo encuentro. Solo me queda buscar en cuidados intensivos, supongo que allí estará, si no es así, lo tendré que llamar y fastidiar la sorpresa.

Allí está, en la habitación 636, de espaldas a mi. Le miro esa espalda que tanto he arañado, esa espalda que tanto me pone y ese culo... Noto que mis mejillas empiezan a ponerse roja y las mariposas vuelven a mi estómago.  Allí estaba él, parecía como si no lo había visto en meses.
Decido acercarme aunque lo hago torpemente. Cojo las maletas y me pongo en marcha. Cada vez que me acerco los nervios aumentan...Tengo ganas ya de besarle.

-Lorenzo-le digo con voz ronca.

Se da la vuelta y me mira con cara de sorpresa.  Desde luego que no se lo esperaba, vamos, ni por asomo...
Su aspecto ha empeorado  en un día, su pelo esta engrasado y no se ha cambiado de ropa desde que ha llegado. Apenas lleva un día y ya tiene ojeras y los ojos rojos.
Parece que ha llorado, me doy cuenta que la situación con la hermana le esta afectando más de lo que yo creía.


-Lorenzo- le digo con un tono melodramático.

-¿A..manda? joder ¿Qué coño haces aquí?-

Mi reacción no es otra que arquear las cejar y asimilar sus palabras...

-¿Cómo que qué coño? Joder hace un momento me decias que me querias tener a tu lado o ¿me lo he
inventado?

Hace un amago de decir algo pero al final calla. Tras un largo silencio al fin reacciona.

- Claro que estoy contento, solo ... que no me lo esperaba- Joder pues no parece que lo diga con mucho
entusiamo, más bien parece como le molestase.

-Ajam- solo logro decir eso. Creo que no tendria que haber venido, ha sido una mala idea.

- ¿Cómo estas ? ¿Cuando has llegado? ¿Cómo?- Está un poco más nervioso de lo habitual, no se si será por la hermana o por mi presencia. Me decanto por lo segundo.

- Lorenzo ¿Piensas preguntarme hasta que color de la bragas tengo puesta? Es lógico he venido en avión, hoy , y estoy un poco alucinada.

- Lo siento, es que me has pillado por sorpresa.- Al fin empieza a apaciguarse y parece que está poniendose más contento.

Me funde en un abrazo y me da un beso en la mejilla. Siento su abrazo como si lo necesitara de verdad.

- ¿Dónde piensas quedarte?-

Esa es la pregunta que queria evitar a toda costa. ¡Joder! ¿No se preocupa ni siquiera en decirme que me quede en su casa? Vamos Lorenzo reacciona.
No contesto.

- Puedes quedarte en mi casa Amanda, y yo contigo por supuesto.- Me guiña un ojo, parece que esta mejor que hace unos momentos.

 Al fin me dijo que me quedase con él. Al fin mi querido Lorenzo, al fin...
Me coge de la cintura y me hace pasar hacia la habitación, allí  se ve una mujer con aspecto demacrado unida a máquinas y a cables. Se ve que es una mujer guapa, aunque ahora mismo este pálida por el accidente. Sin darme cuenta  Lorenzo me acerca a una de las  sillas que hay por allí ,pero no le quito el ojo a la hermana.

- Abuela, te presento a Amanda-


En cuanto  lo dice me doy la vuelta rápidamente y veo a una adorable mujer mayor rubia, se nota que de joven fue una mujer muy guapa. Lorenzo tiene un cierto parecido a ella.

- Hola, señora encantada- Le digo inclinándome para saludarla con dos besos.

Ella  me contesta en un italiano cerrado creo que también  me dice lo mismo.
Después de las presentaciones, Lorenzo decide que es mejor irse por hoy y que ya volvera mañana.
Nos despedimos de su abuela y él se despide de su hermana con un beso en la mejilla. Yo lo espero en la puerta y lo veo hacerlo. Es  una imagen tan dulce que me hace ponerme los pelos de puntas.
Tras un largo rato en el coche dando vueltas por toda florencia, que por cierto, es espectacular, llegamos al
destino.
Ni por asomo pensaria jamás la pedazo de casa que tenia, era... Era una maravilla.  Me dio enviada sana. ¡Joder! Pues entonces a este chico le habían tenido que dejar una buena fortuna por la muerte de sus padres. Me retracto, no debería de haberlo pensado.

Nos bajamos del coche cautelosamente y él como caballero que es decide llevarme la maleta para que no tenga que coger peso. Si es que es para comérselo.
Antes de entrar en la casa hay una puerta gigante que impide el paso a quien no tiene llave para pasarla. Al
lado tiene un cartelito con el número 7 y un buzón con su nombre con sus apellidos. Lo leo.

<Lorenzo Bolocco Pizzi >

Con que Bolocco Pizzi... hmm interesantes apellidos, en nuestros hijos quedaría
Keira Bolocco Spark... ¡que bien queda! Hasta nuestros apellidos juntos queda bien.  Desecho este pensamiento rápidamente cuando me habla lorenzo.

- Amanda vamos, entra.

Entro callada. Mirando, investigando todo, hasta el último detalle. Nada más entrar hay un jardín enorme con muchísimas flores plantas de todos colores, parece un arco iris. También hay un pequeño árbol, es un naranjo. El contraste de las flores queda muy bien. Si miro al otro lado encuentro una fuente de  un girafa echando agua por su boca. Lorenzo  por lo que veo tiene un muy buen gusto.

- Vamos Amanda, muévete - Se ríe mientras me habla.

Me quito de mis embobamientos e intento seguir adelante, cuando miro hacia adelante me quedo estupefacta. ¡Joder, qué pedazo de casa!
Es una casa preciosa. Es blanca, con aspecto antigua pero un tono retro. Tiene en la entrada una pequeña escalerilla para subir. Realmente la fachada llama muchísimo la atención con las flores en el jardín. Es una casa para hacer publicidad en ella, es una casa de lujo o eso parece por fuera.
Alrededor de la puerta hay mas flores, empiezo a creer que Lorenzo es un poco afeminado.En cuanto recuerdo los días pasados juntos me quito esa idea. Seguramente halla  contratado a un decorador.
La casa es completamente blanca por dentro con decorados rojos, pero rojo oscuros, casi morado. Las ventanas son grandes parecen espejos gigantes y se tiene una vista muy bonita del jardín.

-Amanda te presentaré tu cuarto y después poco a poco conocerás la casa. Por cierto, te veo muy callada, ¿No te esperabas esto?- Me dice riéndose, lo sabe. Sabia que no me esperaba para nada esto. Ni en mis mejores sueños.

- No, no me lo esperaba la verdad, joder es increíble. ¡Qué grande!

- Pues aun no has visto lo mejor- Me dice arqueando la ceja y sonriéndome

Me dirige hacia adelante dejando atras un pasillo ancho y decorado por obras de arte de todo tipo, desde cuadro hasta figuritas muy peculiares. creo que esas pequeñas figuritas cuestan más que toda la ropa que hay en mi armario, y eso ya es decir porque mi ropa no es del rastro que digamos.
Cuando ya estamos apunto de llegar me para y me gira hacia él, me planta un buen beso en la boca. Me ha cogido por sorpresa y yo me quedo estupefacta.

- Ahora mira bellisima...

Me abre la puerta que delante de mi y me hace mirar...

-Jodeeeer, es la ostia Lorenzo- Mi voz suena increíblemente fuerte y muy emocionada.

Hay una gran habitación con un jacuzzi, y una piscina con las paredes de cristales, es decir se ve desde dentro todo el arco iris que tiene como suelo fuera. es una vista impresionante, los contrastes  hace que sea una vista que ya quisiera Picasso haber pintado tal obra de arte.

- Te has quedado muy asombrada, puedes probarlo y utilizarlo cuando quieras- Su voz suena muy sexy y muy serio.

Yo apenas puedo articular palabra, pareceré ingenua pero, quien lo vea, de verdad que se quedaría alucinado

- Vamos te presentaré nuestra habitación.

 Dejando atrás el pasillo y la habitación me dirige a otra puerta, la abre y se ve un cuarto color rojo- blanco con el contraste rojo, como toda la casa. Su cama es grande, aun más grande que una cama de matrimonio, tiene un mueble blanco enfrente con una televisión bastante grande. No tiene porque tener envidia a un cine. Se tienen que ver las películas realmente bien.
Aunque es grande la habitación, es muy sencilla. Tiene poco  más , pero lo poco que tiene  es de lujo. El armario es empotrado blanco, supongo que Lorenzo tendrá muchísima ropa porque es un ropero muy grande y ancho. Al final de la habitación tiene un balcón muy espacioso, tiene dos sillas rojas con una mesita roja a juego con el decorado de la casa. Se ve el jardín trasero, que tampoco tiene que envidiarle nada al otro, salvo que tiene una gran diferencia, una pedazo de piscina descubierta, tiene un trampolín, varias escaleras para subirse y un tobogán. También tiene un sitio cubierto con una palmerita de paja para taparlo del sol y dos hamacas para tomarlo y una mesita en medio de las dos hamacas. Tiene una caseta de un perro, pero no logro ver al perro.

- ¿Tienes un perro?

No se espera mi pregunta y empieza a reírse

- Joder Amanda - sigue riendo

-¿Qué? ¿Qué te hace tanta gracia?- pregunto ofendida, no he preguntado nada fuera de lugar o eso creo yo...

- No es lo que piensas- Mierda, me ha pillado- Es que de todo lo que tengo, piscina, jacuzzi, de todo y lo que me preguntas es ¿Si tengo un perro? Que poco material eres...- Se acerca riéndose nostálgicamente y me da un beso en la frente mientras me abraza mirando hacia el jardín.

Para no perderme la vista me doy la vuelta y me agarra con el brazo el cuello y yo apoyo encima de sus labios y empieza a besarmelo.

- Mi perro murió hace unos meses, tuvo un tumor y era mejor sacrificarlo.

Joder, que inoportuna soy siempre, ya podría haberme callado, Mi única reacción es asentir


- Lo siento, no lo sabia.

- No importa, sé que tu amor por los animales está por encima de todo.

Por supuesto  mi amor por los animales es incondicional, eso no hay ni que preguntarlo. Pero eso es otro tema que ya contare algún día. Para calmar la tensión producida por mi inoportuna pregunta intento cambiar de tema radicalmente.

-¿Y mi habitación dónde está?- Si lo sé, se me da fatal esto de cambiar de tema y encima hacerlo disimuladamente.

Se ríe inmediatamente tras escucharme, creo que sabe que es lo que estaba intentando hacer, pero no me lo dice.

- ¿Aún preguntas dónde duermes? Creí que lo sabrías- me abraza - por supuesto que conmigo bellisima.
Esa respuesta era la que quería escuchar hace un rato, por fin se acabo mi preocupación de si me dejaría dormir sola...

Tras un rato de enseñarme la casa  y de yo hacer que me quedo con los sitios, me deja en su habitación. Me pongo a deshacer las maletas. Cuando aún estoy poniendo lo último par de zapatos en el gran armario viene con una bandejita y con una copa de champan .

- Toma esta copa, te espero en el jacuzzi, no tardes cariño- Me da un beso en la frente y con esto se va.
Ustedes se preguntareis si estamos saliendo o que coño somos.Yo la verdad, no me juzgues, no tengo ni la menor idea. Estamos pero no estamos, es algo complicado que solo entendemos él y yo. Aunque espero que más adelante podáis entendernos.

Solo puedo decir que me encanta. Este chico es fantástico. Resulta que me estaba esperando en el jacuzzi con su copa de champan y tal, cuando se levanta para recibirme estaba completamente desnudo, se me acerca poco a poco deja su copa en el jacuzzi y me empieza a acariciar mi hombro y me lo deja desnudo. Baja con su labios besándome y endulzandome con su boca hasta que llega a mi ombligo y me baja la parte de abajo del bikini y yo quedo totalmente desnuda también. Me coge de la mano y me ayuda a meterme en el jacuzzi y una vez dentro me besa apasionadamente, ansiosamente, como si le faltara algo, como si mi boca fuera su oxígeno.

Me besa y me pone de espaldas para que me apoye en el poyete del jacuzzi y él empieza a meterme el dedo para saber si estoy lista para hacerlo, cuando ve que si estoy lista me vuelve a dar la vuelta rápidamente, me besa y muerde desesperado los pezones y me deja mi pecho lleno de bocados, mis partes íntimas me pide follar. Yo me bajo hasta llegar a su sexo y se la chupo como si no hubiera un mañana, escucho sus gemidos. Me encanta escuchar sus gemidos cuando yo tengo el control, es algo muy satisfactorio. Me da la vuelta rápidamente y me vuelve a apoyar en el poyete del jacuzzi y me la mete bruscamente, hasta duele. Siento su polla que me llena, va a un ritmo fuerte, rápido, y el agua del jacuzzi me hace de coro mientras yo gimo desesperadamente. después de un rato de disfrute cuando estoy apunto de correrme, él se corre conmigo. Los dos a la vez nos convertimos en uno y volvemos a nuestras posiciones. Nuestros fluidos han sido unidos, una vez más.

Tras una hora apasionada en el jacuzzi, nos salimos y nos envolvemos en un albornoz cada uno. El albornoz es rojo, a juego con su casa, es muy suave y bastante calentito, el albornoz es de marca, no se cual, pero creo que es bastante cara.
La verdad que no es por nada, no soy nada interesada pero solo por curiosidad me gustaria saber cuanto dinero tiene que tener Lorenzo, porque esta casa, ese coche que tiene y su ropa no es nada barato.
Siento como Lorenzo me abraza por la espalda,

-Vamos pequeña tenemos que hacer cosas...-

Llegamos a su habitación, me estiro en la cama boca abajo mientras lo miro desnudo mientras  busca algo que ponerse. Yo le observo de arriba abajo de izquierda a derecha, le estoy buscando algún defecto, pero así  a la vista no lo tiene. Lo que si que tiene es un culo bien duro y bien firme y un buen pectoral con su tableta,  unas piernas bien fuerte... Vamos que Lorenzo esta en forma totalmente. Tiene un cuerpo escultural.
Sus tatuajes le hace más apetecible...

-Vamos, Amanda, deja de mirarme me intimidas- me sonríe.

Me levanto inmediatamente cuando dice esto y me coloco detrás de el totalmente desnuda y empiezo a acariciarle la espalda y a besarle el cuello. Aunque para besarlo tengo que empinarme un poco, solo es un poco más alto que yo. Se da la vuelta y volvemos a encendernos y solo se puede apagar la llama de una manera, por lo tanto vamos directos a la cama. Segunda ronda de hoy.
Para pasar el rato me lleva a una habitación repleta de estanterías con libros y un gran sillón con la mirada para una gran ventana sin cortina, se ve una imagen muy bonita digna de una foto, el sol, que se va apagando y sus últimos rayos entran por la ventana iluminando toda la habitación. Me dice que escoja un libro, y que lea si me apetece mientras el hace algo de cenar, le digo que yo le ayudaré pero no acepta, asi que no me queda otra que leer, aunque para mi mejor, porque asi no fallo en la cocina, que no tengo ni idea.
Elijo Orgullo y Prejuicio, ya lo había leído antes pero tenia ganas de leerlo otra vez.
Al fondo escucho una música de un móvil, llamo a Lorenzo varias veces para que lo coja que es su móvil pero como no responde  me levanto cierro el libro  y voy a cogerlo.

- ¿Si? ¿Dígame?

-Lorenzo, Lorenzo-Es una voz de mujer, pero no entiendo nada me habla en italiano.

-Perdone pero no le entiendo

- Ah, usted habla español , yo también- Me quedo alucinada ¿Es que todos los italianos saben español? ¿Seré yo la única cateta que no se italiano?

-Si, soy española- Me limito a responderle.

-¿Lorenzo dónde está?, ¿Dónde está mi prometido?-

-¿Perdone?- Mi mente va a mil por hora, noto un cierto mareo- ¿Perdona has dicho mi prometido?

-Si, ¿me lo puedes pasar? Sé que estará por hay me dijo que tenia un viaje de negocios pero es importante  por cierto ¿Quién es usted?

Cuelgo.

<¿Dónde está mi prometido?>

Esa frase suena en mi cabeza. Me siento mareada y me tengo que sentar en el sillón. El mundo me viene encima, bajo la cabeza a mis manos y empieza a llover.

-Amanda, Amanda, cariño ¿Qué te pasa? -Veo su sombra desde la puerta. Ce acerca corriendo y me abraza, yo me aparto rápidamente.

Estoy decepcionada y enfadada, tengo ganas de partirle la cara, pero antes de hacer cualquier cosa respiro hondo varias veces.
Con los lagrimones cayéndome de los ojos le doy su móvil

-Toma, te ha llamado tu prometida. Llámala. Yo me voy. Adiós.

Se ha quedado mudo. No suelta palabras y yo lo único que hago es ir a la habitación llorando. Quiero buscar mis cosas e irme a mi puta casa ¡Ya!.



lunes, 18 de noviembre de 2013

Capítulo 6

Con  un  gran beso nos despedimos. Él se fue y yo me quede, sola. De vuelta a mi casa me sentía vacía en el coche, sin darme cuenta suspiraba , eran unos suspiros de desesperación .
Llegue a mi casa, me baje de los tacones, y solté mi bolso al cerrar la puerta.  Cada sitio de mi casa me recordaba a él.
Voy a la cocina a por una taza de café, eso me calmará y me hará volver un poco a la realidad.
Mientras me lo tomo me envuelve una flask back de todos estos días: cuando me entraron en mi casa, la cena con Lorenzo, la noche de amor con él en su hotel, como cogieron a mi padre... total una sucesión de situaciones, unas cómodas otras no tantas.
Quedé con Lorenzo que me llamaría en cuanto llegara.Quería estar segura que llegaría bien.
Me dio pena no poder viajar con el, se lo propuse  y  no quiso. No le insistí porque sabia que no tenia que presionarlo.
Estoy pensando en hacer algo, pero no se si hacerlo. Más adelante creo que lo explicaré.
Llamo al trabajo, y le digo que me incorporare mañana , a primera hora, creo que refugiarme un poco en el trabajo hará que no piense tanto en él.
Paso lo que me queda de tarde y noche metida en el ordenador esperando que Lorenzo me llame. Creo que después de 5 horas  me tendría que haber llamado. Estoy un poco preocupada, no se si le habrá pasado algo o quizás esté bien y se haya quedado sin batería el móvil. La verdad hay que admitirla...  Tengo miedo de que no esté bien, que le haya pasado algo.
Cojo mi móvil por décima vez en un minuto para ver si me ha llamado o enviado un mensaje,  pero el resultado es negativo.
Ya está. No aguanto más. Lo voy a llamar yo. Empiezo a marcar su número mientras pongo la televisión para no parecer demasiado preocupada.
No me lo coge. Cuelgo. Vuelvo a hacer la llamada.
-¿Si?-Suena frío, distante, quizás no se haya dado cuenta de que sea yo.
- Hola  Lorenzo, ¿Que tal estas, ya llegaste?- No puedo guardar mi emoción por saber que está bien.
- Yo estoy bien, acabo de llegar al hospital ,  ha sido un poco largo el viaje...-Suena triste.
- ¿Y tu hermana  Lorenzo, cómo está?-
-No lo se Amanda, los médicos aún no han dicho nada.- Noto su voz que se ronca. Tiene miedo que le pase algo a su hermana, es normal.
-Lo siento, no quería ponerte mal- le digo sinceramente. Me da pena no estar con él allí, creo que le haría tanto bien como el me ha hecho a mi, aparte que se me antoja, se lo debo.
-No te preocupas, yo estoy bien. Lo siento Amanda, tengo que dejarte, más tarde si puedo te llamo, un beso bellisima
-Un beso que vaya bien.
Con esto me cuelga , y yo me quedo aún peor. Impotente es la palabra, por no poder hacer nada para hacer que este bien.

Parte de la noche la paso en vela, pensando en lo que tenia en mente antes. No se si hacerlo, mañana lo consultaré con mi madre, a ver que piensa.
La mañana ha sido aburrida, mis compañeros se alegraron de verme  y de saber que estaba bien pero nada más. He tenido un par de llamadas y una reunión un tanto aburrida. Eso ha sido todo por hoy. Lo que más me preocupa es que no he tenido ninguna llamada de Lorenzo,  ni un mensaje, ni nada que me dijera que estaba bien. Creo que debería llamarlo, pero parezco muy pesada al llamarlo tanto, parece que me esta esquivando. Mejor no lo llamo, que sea él el que lo haga.
Cumplí mi propia norma de no llamarlo en toda la tarde, y asi fue. Aunque no me despegué del teléfono, tampoco telefoneé.
Mi tarde fue de lo mas normal en mi, un par capítulos de mi serie preferida, un poco de chocolate y un baño relajante. También me vestí de ciudadana, es decir chándal, deportes y coleta de caballo y me fui al supermercado a comprar comida. Compré de todo un poco, lo necesitaba, mi nevera parecía todo lo contrario a una nevera.
Eran las 8 de la tarde y aún no sabia nada de Lorenzo, me aburría tanto, que cogí el fijo para llamar a mi madre y de paso saber su opinión.

-Hola mamá, ¿Qué tal estas?-  Le digo cogiéndome una galletita de chocolate recién comprada  y llevándomela  a la boca.
-Porfiiiiiiin hija me llamas. ¿Qué tal estas? cuéntame que no se nada de ti, andaba ya preocupada. ¿Que tal él trabajo? ¿comes bien?
No me quedo otra que contestar a todas sus preguntas y contarle todo lo que me había pasado estos días con mi padre en el hotel. De repente se hizo el silencio.
-Mamá, ¿Estas ahí? Mama, respóndeme.Mamá.-Le digo gritando ya por último.
-Si estoy aquí hija. No me lo puedo creer, estoy aún asimilando lo que me has dicho, tu padre, o mejor dicho ese ser, no tiene perdón de Dios hija.
- Bueno mamá, ya sabes que ese tema de Dios...- Por cierto soy atea, no me creo nada de religiones.
- Ya hija ya, es un decir - Suspira.- Samos a cambiar de tema hija porque me pone enferma el hijo de puta este, ¿Cuando me vas a dar un nietecito?
Inmediatamente me atraganto en cuanto dice nietecito con ese tonito. Ya se por donde van los tiros.
- Mamaa...- le digo en tono de advertencia.- Déjate de cachondeo que sabes que no me gustan los niños.
- Bueno bueno, llegara un momento en que no dirás eso, hija- Se pone seria.- Se te va a pasar el arroz.
-Mamaaaaaa- le grito, de verdad me pone nerviosa hablar con ella es tan directa para todo, ya sé porque no le llamo más a menudo.
Se escuchan risas al otro  lado del teléfono, se esta riendo de mi, encima , vaya madre tengo.
- Hija que poco sentido del humor tienes. Bueno ¿Me vas a contar que te pasa o qué? Se que me has llamado para preguntarme algo, si no, no me llamarías...
Joder, que bien me conoce, lleva toda la razón, la he llamado para preguntarle algo...
-Joder mamá, que mal pensada eres- le digo disimuladamente.
-Cuéntamelo-me advierte.
- Bueno si  no me queda otra...- le digo en tono burlón.- Mamá, mira ¿te acuerdas que te dije que tenia compañía y tal?- Espero su respuesta.
-Si hija si. Sigue.
- Pues eso, es un chico que...- soy interrumpida.
- Es tu novio y me lo quieres presentar y no sabes como decirlo ¿Verdad? ¿A que sí Amanda? Si es que soy tu madre, sé lo que te pasa...
-Mamá no es así, te has confundido completamente-Beeeeep. Error. Luz roja. No has dado una mamá, que mal me conoces mujer-No me conoces tan bien como creías eh...
- ¿Entonces?- Me dice refunfuñando
- Pues es un chico que he conocido y que nos va bien, pero es italiano y le ha surgido un problema, o mejor dicho su hermana ha tenido un accidente y ha volado para Florencia...- soy interrumpida de nuevo
- Florencia eh, lugar bonito...¿Y como lo conociste linda?
- Mamaaaaaa- le grito, me desquicia- déjame acabar de una vez y luego te cuento todo con pelos y señales- Mi irratación se ve de lejos-.
-Vale hija, no se a quien has salido con tantos malos modos.- Me contesta mi madre. Mis cejas se mueven,  si es que soy igualita a ella, en fin ... madres. Suspiro,  bendita necesitada paciencia.
-Pues eso mamá, que a ver si me dejas acabar de una vez, ha volado para Florencia y como él ha estado para lo malo conmigo aquí y se ha portado tan bien - lo de a continuación lo digo de un tirón rapidísimo- me quiero ir a Florencia para hacerle compañía.
-¿Cómo? Repite hija que lo último lo has dicho muy rápido y no me he enterado.
- Que quiero ir a Florencia mamá y estar con él.
-¿Crees que se alegrará de verte? ¿Te merece la pena este chico?
- Si y si mamá, créeme.
-Pues adelante, no voy a ser yo quien te diga que no. ¿Cuando te irás?
-Mañana mismo, cojo esta noche el vuelo y mañana salgo para allá.
Suspira.
- ¿Qué te pasa mamá?
- Hija, que loca estas.- me dice con otro suspiro triste.
- Joder - le digo riendo. Sé lo que le pasa, quiere que le vaya a ver antes de irme. Creo que le voy a dar una alegría cuando le diga que voy a dormir con ella esta noche.
-Mamá, voy a ir a dormir a casa contigo para pasar la noche juntas antes de irme, ¿Te parece?
-Si hija, claro que si, dime ¿Qué quieres de cenar?- Me dice entusiasmada, joder pobrecita, me siento una mala hija. No la veo como debería verla y mi visita la hace feliz. Creo que la visitaré a partir de ahora más a menudo.
-No se mamá , sorpréndeme.
 Y sin más nos despedimos y quedamos en que en unas horas iría para allí.
Después de coger el billete,  que por cierto sale muy temprano a las 9 de la mañana, me dispongo a hacer  la maleta. Meto de todo, pero ropa super cómoda, nada de vestidos lujosos y esas cosas. Meto: unos tacones básicos, un par de jeans, unas camisas, unas chaquetas, faldas, un chalequito de más vestir, unos bolsos,  algunas gomas para el pelo. También meto mi ropa interior en un lado de la maleta.
En el neceser meto un par de tampax que dentro de dos días me tiene que venir el periodo, un par de medicinas para no tener dolor  y varias cosas básicas más...Ejemplo cepillo de dientes, peine etc..
Por supuesto no se me olvido ni mi rimel y ni mi pintalabios color rosa y otro rojo.
Todo esta listo, yo estoy lista para salir de casa y no volver en unos días. Cierro todo y me despido de mi casa.
¡Dios!, como pesa la maleta. Me cuesta la misma vida subirla al maletero. Me monto delante, me pongo mi cinturón de seguridad  y cuando ya estoy lista para salir me suena el teléfono. Lo busco desesperadamente por el bolso, ¡joder donde esta? No lo encuentro, joder , joder ,joder. Al fin lo encuentro,¡Si! Es Lorenzo.  Mi vocecita interior me dice corra en cogerlo que si no colgara...

- ¿Si?- Intento sonar despreocupada pero borde.
- Bellísima, antes de que me eches la bronca, lo siento muchísimo, no he podido ni llamarte ni mandarte ningun mensaje Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento.
- No te preocupes Lorenzo- Sabia que estaría un poco enfadada con él.- ¿Cómo está tu hermana?-
- Bueno, mi hermana...-se le rompe la voz- Esta fatal Amanda, no saben nada los médicos, no sabe si vivirá, si no vivirá, no saben , dicen que tiene que pasar unas cuentas horas más para saber algo con seguridad.
- Joder, lo siento tanto Lorenzo...Me encantaría estar ahí contigo y poderte ayudar- Quiero ver su reacción-
- Y yo que estuvieras aquí conmigo, a mi lado...- ¡Toma! Si lo ha dicho, en cuanto menos te lo creas estaré allí Lorenzo
- Y ¿Tú cómo estas?- Le digo aun sabiendo la respuesta.
-¿Cómo voy a estar Amanda...?- Me dice en tono triste. Pobrecillo me da mas penita no estar con el ahora mismo.- Lo siento Amanda, tengo que dejarte. Me dice que tengo que colgar ya, que los pacientes deben estar tranquilos.
Oh no, si es muy pronto aún. Joder, no hemos hablado apenas.
- Joder, bueno pues nada, que se recupere tu hermana y estate bien tu también. Seguro que todo al final sale genial.
-Si, eso espero. Espero estar contigo lo mas pronto posible pequeña, no sabes de verdad lo tanto que te extraño Amanda, aunque parezca una locura.
oh dios mio, ¿ha dicho que  me extraña ? Me estoy empezando a emocionar y si tenia alguna duda de irme, ahora mismo se me han aclarado todas.
- Yo también te extraño.
- Cuídate pequeñita.
-Tu también. Besitos.

Arranco el coche y en media hora estoy en casa de mi madre. Nada más entrar me da un abrazo y , me dice algo atípico de ella, me dice literalmente << Uyyy hija, si has engordado>>. Gracias mamá, me has subido el ánimo.Es ironía.
Dejo todo en el salón, el bolso tirado y la maleta también desperdigada por ahí.
Mi madre habla sin parar y pregunta aún más sin parar, se quiere enterar de todo. Para que me deje tranquila  le contesto a su interrogatorio. Le cuento como es, como le conocí, que hemos hecho, bueno del sexo no le he contado nada, y también le cuento como se ha portado conmigo. Creo que de momento le da el visto bueno.
- Que no se haya ido corriendo cuando lo necesitabas dice mucho de él, Amanda.- me dice mi madre convencida.
- Si, la verdad es que si- y la verdad es que me gusta hablar de él,y mi madre se da cuenta y me pone cara de querer reirse de mi pero no lo hace. Lo sé , mi madre es una cabrona, si es muy cachondona , que se le va hacer, es andaluza.
-Mamá - le digo- Tengo hambre, ¿Qué has preparado?- Y hago un gesto de aspiración para ver si doy con la comida que ha hecho.
-Creo que te gustará, te hecho tu querida comida basura, que sé que te encanta querida.
-Mmm, que rico- se me cae la baba, me encanta la comida rápida, los fritos, el pan, osea todo lo que adelgaza....
La noche sigue entre viendo la televisión  y comiendo la tarta de chocolate que me tenia hecha de sorpresa. Estaba muy rica.
Es tarde y decidimos irnos a la cama. Mañana tengo que estar en pie temprano y ella me quiere acompañar al aeropuerto.
Me acuesto con ella, en la misma cama y hablamos hasta bien pasada las madrugada. Nuestra conversación se centra entre Lorenzo y mi padre.
De mi padre hablamos lo que sucedió para que acabara así. Mi curiosidad le hizo preguntar si el había sido así cuando eran novios, mi madre me dijo que de novios ella pensaba que era el mejor hombre del mundo pero que luego se vio turbado todo cuando se casaron y me tuvieron a mi... y que cree que me tenia entre celos y un amor enfermizo y de ahí le empezaron a  llover los golpes a ella. Pobrecita ,ha pasado tanto y más que callará.

El reloj sonó como de costumbre con la misma intensidad y con la misma dichosa cancioncita que ya me pone de mala leche al despertarme. Debo cambiar la cancioncita de los cojones que ya me tenia harta.
Me doy una duchita rápida y engullo el desayuno tan rico que me hizo mi madre, gofres con chocolate y un buen café.¡Cuanto me quiere mi madre!. Sabe que me vuelve loca el chocolate.
- Amanda, querida ¿Ya sabes donde es el hospital?-
 vale, no lo había pensando. Creo que llamaré a Lorenzo luego e intentaré sonsacárselo.
- Si, mamá ¿Crees que soy tonta ? ¿Cómo voy a ir a un sitio sin saberlo?- intento disimular por lo menos para que se quede tranquila.
Me mira raro, con un ojo guiñado, creo que me ha pillado, pero yo intento estar lo mas convencida posible para que se lo crea.
- Mientes, pero bueno... A mi no me la das.- Mierda...
Le sonrío y le hago un gesto diciendo que es tarde que se de prisa. En menos de 10 minutos ya hemos salido del aparcamiento y nos dirigimos al aeropuerto de barajas.

Después de varias horas de espera, otras dos horas de avión y otra más de espera para que me den el equipaje, respiro tranquila. Al fin estoy en Florencia sana y salva.
En el avión no he hecho nada más que pedirme un sandwich. Que lo voy a hacer tenia hambre, por cierto me ha estafado casi se me caigo muerta cuando me dio la cuenta. También  dormí. Eso ha sido todo.
Enciendo mi móvil y veo 3 llamadas perdidas y un mensaje. Joder que solicitada estoy.
Dos llamadas son de Lorenzo y una es de mi madre y el mensaje es de Clara. Ya me extrañaba que Clara no me dejara tranquila. En el mensaje me dice que no deje de revisar unos trabajos que me han entregado esta mañana, que esta todo en mi correo.
No me he traído mi ordenador así que no creo que pueda trabajar mucho.
Llamo a mi madre para decirle que he llegado bien , y después de unos minutos de charleta, que este bien y que tenga cuidado, lo típico, me cuelga.
Por ultimo llamo a Lorenzo para sonsacarle en que hospital está e ir. No he cogido ningún hotel porque creo que dormiremos en su casa, si no me dice nada me buscare un hotel.
-Hola Lorenzo , ¿Me llamaste verdad? Estaba sin batería- Todo esto me sale de carrerilla, no se mentir así que espero que no se me note mucho.
- Hola bellisima, si te llame dos veces, me tenias un poco preocupado. ¿Qué hacías?- Me pregunta intrigado.
- Nada, trabajar y trabajar eso es todo.- Miento, pero bueno, quiero por lo menos darle una sorpresa.-  ¿Como sigue tu hermana?- Le digo cambiando de tema.
- Pues según han dicho los médicos va mejorando bellisima.
-  Ah que bien- Intento que suena disimulado- ¿Y que el hospital parece bueno no?-
-Si la verdad es que si , es antiguo este hospital , pero la verdad que te atienden bien.
- Ah que bien - Que mala soy disimulando - ¿Y como se llama?- Que directa soy madre mía espero que no se de cuenta.
- Santa Maria Nouva, ¿Por qué tanto interés Amanda?- me dice con una voz de pillín, creo que como siga así me va a pillar.
- Nada por nada, solo intriga , Lorenzo te tengo que dejar hablamos más tarde ¿Vale?- Intento sonar entre distraída, despreocupada y ocupada.
- Bien, estaré todo la tarde aquí Amanda, yo te llamo no te preocupes.
- Vale, estate bien. Cuídate, un beso.
-Ciao bellisima.- Me dice en su acento. Me derrito.

Bien. Ahora ya sé donde se encuentra, ahora solo tengo que coger un taxi e ir. Creo que se va sorprender bastante y que de verdad se va a alegrar de verme, o eso espero.
 A la salida del aeropuerto hay muchos taxis y me monto en el primero que me coge más cerca.
- Hola, ¿Me entiende?-le digo en mi idioma.
-I don't understand, Do you speak english?
Mierda, ahora encima tengo que hablar en inglés, bueno, menos mal que me gusta el inglés y se manejarme bastante bien.
- Ok, to the hospital Santa Maria Nouva, please.- intento decírselo despacio para que se entere. Parece que se ha enterado bien, me ayuda a meter mi maleta y me monto. estoy nerviosa, tengo de nuevo las maripositas en el estomago. Por fin voy a  ver a Lorenzo. Mi ansiado Lorenzo.
- Ais..- Suspiro.






viernes, 15 de noviembre de 2013

Personajes:)

Hola lindísimos! Hoy os traigo a los personajes de esta historia.
Os traigo los mas sonados :)
Espero  que os guste.

Os presento a Amanda Sparks 



Os presento a Lorenzo



Os presento a Daniel




Os presento a la madre de Amanda.


Os presento al padre de Amanda




Os presento a la abuelita de Lorenzo



Os presento a Alessandra, la hermana de Lorenzo.




Os presento a Clara, la secretaria de Amanda.







jueves, 14 de noviembre de 2013

Capítulo 5

capitulo 5

Recuerdo aquella tarde de abril, era uno de esos días en el que el sol estaba escondido entre las nubes. Era uno de esos días en que a las 6:30 de la tarde ya era de noche y se podía ver alguna estrella en el firmamento.
Apenas lo recuerdo bien como paso todo. Era muy pequeña apenas tenía unos 7 años.
Es  una situación que ningún niño a esa edad debería de haberlo sufrido.
Salia de la ducha como de costumbre, estaba en casa con mi padre como siempre esperando que llegara mi madre de trabajar.  Mi madre salia muy temprano de mi casa, cuando yo me levantaba para ir al colegio ella ya se iba y apenas le daba tiempo de darme un beso en la mejilla y salir corriendo para no llegar tarde. Luego no la volvía a ver hasta pasada las 7 de la tarde. Era la única que trabaja o eso creo, porque no recuerdo que viera a mi padre mover un dedo para mantener la casa.

Mi madre era una de esas mujeres que trabajan todo para sus hijos, en este caso para su hija. Y con el paso del tiempo te das cuenta que ha trabajado muchísimo, se le ve por su aspecto físico, más dolores de lo normal por tener en su juventud un trabajo duro, y arrugas donde no deberían estar aún.

Estaba en mi habitación peinándome frente a un espejito que tenia encima de mi escritorio cuando mi padre entró.

-hola, ¿sabes? Estas muy guapa.

-Sí, lo soy, papá. Cierra la puerta.- le dije de manera ingenua.

El cerró la puerta pero se quedó dentro, siendo mi padre no le di la mayor importancia. Me dijo que tenia que decirme algo y que si hacia lo que me pidiera me compraría un juguete,  él que yo quisiese.  Yo, como era normal en una niña de 7 años, acepté encantada. Pensé que me diría que le hiciera un masaje en los pies o le hiciera la merienda. Sí, la merienda, porque el jamás había recogido ni un plato, ni un vaso, ni siquiera ayudaba a mi madre en las tareas domésticas. No hacia nada todo el día, solo me llevaba y me buscaba a la escuela y decía que se sentía cansado cuando mi madre le echaba la bronca.

Me propuso  algo, que, dentro de mi algo me decía  que no iba a ser bueno. Aun así acepté, mi padre no podría hacerme nada malo. Me equivoqué, abusó de mi confianza y de su autoridad como padre.

-Estírate en la cama y quítate el pijama. Rápido.

Yo obediente, lo hice. Aunque en realidad no quería hacerlo, pero como era mi padre lo hice. Después -este recuerdo me produce nauseas- se incorporó encima de mi y empezó a tocarme en mis partes de una manera asquerosa. Al rato se bajo sus pantalones juntos con sus calzoncillos y se le veía una erección , cuando lo vi me horrorice y me fui corriendo. El vino detrás, desnudo corriendo intentando cogerme  pero por suerte mi madre ese día había salido antes y llego a casa cuando ya empezaba yo a llorar. Mi madre al ver la situación  soltó las bolsas de las compras que llevaba , me miro con ojos de horror y me pregunto que hacia así.
 Le conté todo lo que había pasado. Mi madre me creyó y en lo más profundo de su ser creo que ella temía que algún día pasara esto. Rápidamente reaccionó, fue en busca de ese ser maldito que hizo eso a su hija y lo vio  intentando vestirse. Le gritó, le abofeteó, lloró de rabia y al final ella se llevó también parte. Él no agachó la cabeza , fue a la cocina. Yo estaba aterrada, inmóvil, escuchando los gritos de  miedo. Tenia que ir en busca del vecino. Salí corriendo de mi casa y fui a buscar al vecino, que por suerte estaba en su casa.  Me vio llorando y creo que él también sabia que estaba pasando solo al mirarme a los ojos. Enseguida fue corriendo a mi casa, era un hombre fuerte y grande, mi padre no podría con él. Yo me quedé fuera de mi casa, con miedo, llorando desconsoladamente. Se escuchaban gritos y porrazos, mi curiosidad me hizo entrar y vi como mi padre tenia un cuchillo en la mano cogiendo por el cuello a mi madre y como el vecino hacia todo lo posible por acercarse. Cuando mi padre me vio llorando asomada en donde se encontraban ellos, se quedo inmóvil y mi vecino aprovecho para darle un puñetazo y quitarle el cuchillo y hacer soltar a mi madre.  Le vi a mi madre sangrarle el cuello, creo que ha sido uno de los peores recuerdos de toda mi vida, el mundo se me vino abajo y mi madre se dió cuenta,  seguidamente me abrazó, me besó y me recordó que todo iba a ir bien a partir de ahora. Él se iría para siempre, y  nunca jamás lo volveríamos a ver.

Y hasta en la actualidad no he vuelto a ver jamás, ni siquiera me ha llamado para preguntarme si estoy bien o no, ni siquiera se si esta vivo o esta muerto.

Recuerdo que mi madre me contó un día que ella se había enterado que tenia adicción a las drogas y se había peleado varias veces en peleas callejeras. Había estado mucho tiempo en un hospital por una paliza que le dio un narcotraficante y luego estuvo una temporada en la cárcel y hace unos días salió. Solo sé eso, en estos años solo se eso. Desapareció y no me queda ninguna duda si quiero verlo o no, y por si quieres saberlo, Lorenzo, no, no lo quiero ver ,ni en fotos, ni en pintura. No quiero saber nada de él. No quiero saber si le va bien o le va mal.  No le perdono lo que le hizo a mi madre porque se que no era la única vez que lo hacia, y no le perdono lo que intento hacerme. Joder podría haber estado traumatizada de por vida , vaya mierda de padre he tenido.

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-Joder, Amanda...- le ha cambiado la cara, está  pálido y tengo que acariciarle la cara para que se tranquilice y reaccione.-

- ¿Me puedes decir que tiene que ver todo esto con mi padre?- cuando acabo la frase, mi mente va recopilando información y antes de que Lorenzo reaccione yo se lo digo.-No jodas Lorenzo, no me jodas que ha sido él , joder...- me hundo llorando en el asiento del coche, ¡no! He vuelto otra vez a verlo y otra vez a intentado violarme aparte de querer robarme... Maldito hijo de puta por eso me sonaba tantísimo esos ojos fríos, por eso sabia mi nombre, todo encaja todo...

- Es un hijo de puta Amanda, la policía esta buscándolo por todos lados pero parece que se lo ha tragado la tierra.

Me siento aún más en el asiento del copiloto mirando por la ventana. Tengo la mirada perdida .

-Eh, Amanda. - Me coge de la barbilla y me gira para verme la cara-  No te preocupes bellísima... mientras estés conmigo nada te va a pasar, no lo voy a permitir. Que lo sepas pequeña mía- me coge de los brazos y se los echa encima para darme un abrazo y yo le correspondo.

-Vámonos, vamos al hotel donde me alojo, nos quedaremos allí a dormir ¿De acuerdo? Estaremos mas seguro, y tú estarás más tranquila. Le daremos una foto a los que vigilan el hotel y no le dejaran pasar bajo ninguna circunstancia y si lo ven avisaran a la policía.

¡Guau!, esto no es una habitación de hotel. Esto es un apartamento en un hotel para él solo.  El hotel era muy lujoso. Se notaba, sobre todo con los trabajadores que le hacían la pelota para que les dieran propina, mucha propina. En fin , el mundo estaba lleno de pelotas.
Volviendo a su habitación, se veía que había venido a pasar una temporada porque estaba decorado para él, había exactamente las cosas que le gustaba.

- Amanda, puedes ducharte si quieres y luego pediremos algo de cenar y veremos algo en la televisión si te apetece y nos dejaremos dormir. Si te parece todo bien, si no, hacemos otra cosa.

- No tengo sueño. Tampoco tengo ropa interior para darme una ducha, asi que cenemos.- Le digo sin ganas ya. He vivido muchas emociones durante estos días, no puedo mas.

Lorenzo me mira y se pone pensativo. Luego reacciona al ver que le hago gestos con la mano simulando saludarle para que se quite el embobamiento que tenia.

- Ya  se, Amanda. Nos vamos de compras.- me dice con un cara sonriente.

- Si me lo hubieras dicho en otro momento hubiera aceptado pero ahora mismo no tengo ni la mas mínima gana de ir de compras y tampoco creo que a estas horas estén abiertas para ti- le digo en tono jocoso.

Comprende que llevo razón y se calla. Al rato se me acerca me abraza y me promete que estará todo bien. Su olor me embriaga.
Está detrás de mi y me empieza a masajearme la espalda. Poco a poco va quitándome la blusa y me besa la nuca, mis bellos se ponen de punta pero hago que no se de cuenta, también me están entrando escalofríos. Lorenzo es capaz de quitarme todos mis males con tan solo un tocamiento, cambia mi estado de ánimo en segundos. No se como en tan poco tiempo este hombre logra cosas que nunca han logrado otros. Me aparto disimuladamente porque ahora mismo no tengo ganas de sexo, lo se, es raro en mi , ya que  tengo una sangre muy caliente siempre, pero ahora mismo lo único que se me apetece es comer, comer y comer . Estoy de bajón.
Lorenzo empieza a hablar pero no le estoy escuchando hasta que con un tono medio de risa medio enfadado me mira con los brazos cruzados y me dice que le eche cuenta. Me hace gracia como se ha puesto, se le notan los músculos de los brazos, verdaderamente él esta en forma, esta muy bueno y podría tener a quien quisiera y sin embargo esta aquí, tragándose esta marrón conmigo... Es tan dulce.

-Oye échame cuenta, bellisima te estoy hablando.- Me dice con un tono enfandón.

-Lo siento estaba pensando, ¿Qué querías Lorenzo?

-Podemos salir a una sala que tiene este hotel que es solo para clientes exclusivos, es decir, clientes como yo.- me dice orgulloso de sentirse con dinero.- Lo que pasa que hay que ir arreglados.

- Lo siento Lorenzo, no tengo ni ropa ni ganas, de verdad, quedémonos aquí, ya mañana vamos ¿Si?

-De acuerdo.- Me dice refunfuñando.

Me dirijo al baño a cambiarme y a ponerme mas cómoda, más concretamente en ropa interior porque he salido sin ropa. Cuando salgo del baño semi desnuda me mira con cara de pillo.

- Ajá, ya se lo que te pasa, tú quieres que lo pase igual de mal que la primera noche que estuvimos juntos, sin poder hacer nada ¿Verdad?- Que se acordara de ese momento me hizo reir, y sentirme que de verdad este chico si quería algo conmigo.

- Exacto, has acertado Lorenzo, cada día me sorprende más tu capacidad de adivinación. Deberías dedicarte a eso.- hago notar mi ironía.

 Lorenzo esboza una sonrisa, creo que se alegra que este volviendo mi humor.
Al paso de la noche, después de ver varias películas y saltarme completamente la dieta comiendo

chocolates, helados, golosinas y más cosas por el estilo, Lorenzo pide comida rápida para cenar.
- Hoy nada de pijerias, una pizza a la mamma italianna y lista la cena, ¿Te parece bien pequeña?

- Si, me encanta la idea de la pizza. - Por cierto creo que ya lo sabéis pero la llamada comida rápida y la llamada comida basura (creo que son las mismas) me encantan, es mi perdición lo malo es que no  puedo comerla siempre. Chica... una no tiene un metabolismo rápido... Es una pena porque me comería nutella a cucharadas.

Tras una larga noche de comilona y de películas llegó la hora de dormir. Era muy tarde cuando nos fuimos a acostar. Nos acostamos en la misma cama Lorenzo  y yo, y abrazados caímos en un profundo sueño.

En mitad de la noche me desperté después de un sueño aterrador. Era yo de pequeña y mi padre intentado de nuevo violarme, también veía como  mi madre tenia su  cuello ensangrentado. El  sueño fue debido por lo que le conté a Lorenzo.
Estoy sudando y necesito beber un vaso de agua. Me levanto con cuidado de no despertar al pobre de  Lorenzo, ya que demasiado ha hecho por mi, como para no dejarlo dormir tampoco.
Me dirijo al baño y me echo agua por encima,me sequé con una toalla que tenía el logotipo del hotel.

Voy en busca de agua  por la habitación pero no hay más que chocolates, fanta y la caja de la pizza que pedimos.
Me visto y bajo a buscar un puesto dentro del hotel haber si había agua. Busco y busco hasta que al fin di con uno.
Cuando saqué la botella , me pareció ver a alguien cruzar por el otro pasillo y me empezaba a comer el miedo, ya me imaginaba de todo, tenia que ir rápido a la habitación. Salí andando rápido a la habitación  y sentía como alguien me miraba del otro lado del pasillo , la piel se me puso de gallina y sentía escalofríos. Cuando por fin llegué a la habitación y cerré la puerta sentí un gran alivio, había llegado bien, sana y salva. Bebí con ansiedad el agua y luego dejé la botella encima de la mesita de noche. Me acerqué a coger mi móvil para mirar la hora y a la vez que lo cogí sonó, ¡Joder!  Si que era casualidad.
Sonó tan fuerte, que Lorenzo se despertó y medio dormido me pregunto que hacia y le explique que me había llegado un nuevo mensaje. Enseguida salto de la cama y se puso a mi lado, parecía un flash back de lo que había pasado en mi  casa, pero ahora en el hotel.

Abrí el mensaje: desconocido.
<< Así que ya sabes quien soy ¿verdad?, ¿No sientes curiosidad de como estoy? Jodida perra tenia que haberte matado a ti y a tu madre cuando pude, por cierto no deberías ir a coger una botella de agua a estas horas, es tarde y podrían hacerte daño...>>

- ¿Como? ¿Qué coño esta diciendo? - Lorenzo me mira confundido.

Estoy pálida , con el móvil en la mano y  las lagrimas cayéndome de los ojos. Lorenzo me pregunta que es
eso del agua y no me queda otra que contárselo.

- No me jodas, ¿Como cojones ha podido entrar aquí? Si es que lo avise...- Se acerca me abraza y me besa la frente .

Se culpa a sí mismo de que podía haberme pasado algo, pero yo le insisto que estoy bien y que él no podía haber hecho más de lo que ha hecho.

-Espera, quiere decir que esta aquí , aún no le habrá dado tiempo de salir.

Tras estas palabras Lorenzo sale corriendo de la habitación al pasillo y empieza a buscarlo, pero antes me advierte que me quede detrás de él, nunca jamás sola y que si la cosa se complica vaya en busca del guardia que hay, aunque ya no confía mucho en el guardia.
Salimos los dos de la habitación, yo detrás de él como me dijo y empezamos a buscarlo por el pasillo. Buscamos detrás de cada sofá, de cada cortina de las ventanas, detrás de cada escultura, pero nada... no hay nada. De pronto recibe él una llamada.

-¿Si?, Ah vale, muy bien. Bien hecho Ansel.- su voz suena triunfante.

- Amanda por fin tienen al hijo de puta de tu padre.- Siento un alivio tan grande que caigo de rodillas al suelo  y empiezo a llorar de alegría. Lorenzo se asusta un poco pero después comprende la situación y me vuelve a abrazar. Parece un osito amoroso tanto abrazo.

Le pido explicaciones de quién es ese tal Ansel y como ha hecho para pillarlo. Él rápidamente me explica todo con pelos y señales. Me dice que Ansel es su guardaespaldas de siempre y que le había pedido que tuviera vigilado a ese hombre. Ese hombre es mi padre. Me ha contado que se lo encontró hace unos 10 minutos merodeando por el jardín y se le acercó porque le sonaba de algo esas pintas, así fue como lo pillo, intento ponerle fuerza pero con Ansel no podría.
Cuando vi a Ansel comprendí porque no podía con él .
Ansel era africano, de piel muy oscura y con unos rasgos muy atractivos. Podría medir aproximadamente 1.95 cm y era un hombre muy fuerte, mucho más fuerte que Lorenzo.
Llevaba arma y tenia un auricular como en las películas.
Cuando Ansel llamó a la policía y lo puso al tanto, me sentí eufórica, reía como hacia días no reía. Al fin habían cazado al tio que me estaba amargando últimamente y que irónicamente era mi padre. Pero eso ya era historia pasada, quería ponerle fin a esa etapa de mi vida , quería que acabase todo de una vez.

 Tras unas largas horas con la policía explicándole todo lo que había pasado me dijeron que había sido muy valiente y que gracias a mi lo habían cogido. No se si se creían que era una niña pequeña o algo pero me sentí halagada.
Al llegar a la habitación del hotel solo tenia ganas de dormir, estaba muy cansada, no había pegado ojo en toda la noche por todo lo que había pasado.
Lorenzo entraba detrás de mi y cerro la puerta. Me miró, le miré y mis pezones se pusieron duros, hasta me dolían, con tan solo una mirada, lo que puede hacer este ser en mi.  Se dio cuenta y se dirigió a mi, me estiro en la cama dulcemente y empezamos a desnudarnos.
Yo tocaba su cuerpo y su erección se apretaba en mi. Lo deseaba, en ese momento era lo único que se me antojaba, se me antojaba beber de él, comerle todo.  Y con eso darle las gracias por estar conmigo. Hicimos el amor mientras nos follábamos duro. Es increíble. Para mí decir que hacia el amor es muy importante, porque nunca lo había hecho con nadie. Me refiero el amor, el follar me he hartado...
 Nuestra jornada pasional hizo que nos quedáramos dormidos los dos, al fin, sin ninguna molestia de nadie.

Nos levantamos tarde, y pedimos que nos subiera la comida a la habitación. Comimos y nos vestimos - yo con la misma ropa- y nos fuimos a  mi casa. Una vez que llegué me di mi ansiada ducha y me cambié de ropa, estaba hasta agobiada. Al cambiarme de ropa pude escuchar en mi cabeza la canción de Aleluya.

Salí de mi cuarto ya vestida  y escuché a Lorenzo hablar con alguien por su móvil. Hablaba en italiano yo no entendía nada. Su voz sonaba llena de preocupación.
Cuando se dio la vuelta tenia lagrimas en los ojos, me acerque asustada y le pregunte que pasaba

- Joder, Amanda,. Mi hermana... - traga saliva- ha tenido un accidente de tráfico y está en estado muy grave. Me tengo que ir a Florencia, ya.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Elección de personajes

Hola querid@s, os quiero proponer una cosita...

Mañana subo el capítulo 5 y creo que ya es hora de buscar unos personajes para esta historia. ¡Ayudarme  a  buscarlos! ¿ Cuáles son los  personajes  que habéis pensado para  esta historia?
A partir de encontrar los personajes, el blog cambiará, también por la petición de lectoras. Gracias a las lectoras que lo habéis dicho, hacéis que haga mejor las cosas.

Os dejo el Fanpage para que me lo digáis por allí.

Fanpage: Recuerdos de Florencia.


Subirme alguna foto si queréis.

Mil besos y gracias.

El viernes por la tarde elegiré los personajes que mas me gustaron :)

lunes, 11 de noviembre de 2013

Capítulo 4



- Joder. Puta. Me cago en la ostia, maldito hijo de puta, cobarde de mierda.- Lorenzo está echando humos tanto de la boca como de las orejas.
Después de leer el mensaje que recibí no sabia que hacer, él empezó a dar vueltas en la casa pensando, por desgracia sin éxito.
-Lo más  lógico es llevarlo a la policía, ya que son los que llevan el caso. Quizás puedan rastrear el mensaje.- Le digo intentando calmarle aunque debería de ser yo la que estuviera mal, porque es a mi a la que han amenazado.
- Bien Amanda, haremos lo siguiente: no te separarás de mi ni un solo segundo, y no te vas a quedar sola ni un solo minuto, ni para ir al baño.- Me dice seriamente.
- Pero Lorenzo aquí en mi casa no creo que ocurra nada.-Le digo intentando de tener un poco de privacidad. No me llega la imaginación a que yo esté en el baño y esté él mirando... me baja totalmente la líbido.
Me hace un gesto con la mirada queriéndome decir que haber que coño había pasado antes si tan segura era la casa. Yo capto su mensaje.
- Ya, Lorenzo, ya sé que ha entrado aquí hace nada pero ahora que estas tú no creo que pueda hacerlo.- le replico.
- Amanda, NO.- Suena firme, mi orgullo intenta responderlo pero se que es en vano. Su cara es seria y su mirada más,en lo mas profundo de mi se que lleva razón.
 Se acabo la conversación. Lorenzo hace un par de llamadas mientras yo estoy en la cocina a por un vaso de té.
- Amanda.-Me llama.- Vístete, que vienen de nuevo la policía hacia aquí.
-¿Por qué no llamas a los de antes? Estarán ahí abajo.-Le digo haciendo lógica.- Hace un momento un par de policía salio por la puerta de mi casa y estarán comprobando los vídeos así que ¿Por qué no llamarlos a ellos?
-Amanda, cállate ya.- Me ordena, yo me quedo en blanco no me esperaba esa contestación de Lorenzo.  Al verme la cara de sorprendida y extrañada intenta retraerse.- Quiero decir que hagas eso y ya, los que he llamado es mejor Amanda, confía en mí y vístete.
Lorenzo esta extremadamente nervioso, lo veo reflejado en sus ojos.  Me gusta que se preocupe así por mi.
-Vale lorenzo confió en ti. Estoy vestida ¿no lo ves?- No voy a hacer todo lo que tu quieras. No se como aún no te he dado dos gritos por hablarme de esa manera  y esto es muy raro en mi, así que no te columpies.
- Amanda, si te estoy viendo los pezones y además los agentes de antes han  babeado tanto que he tenido que pasar la fregona.- Esta celoso de que otros me miren. Parece enfadado, pero aun así no le hago caso.
-No, estoy vestida. Si te gusto bien si no, no me mires.- le contesto tan campante. No me va a decir todo lo que tengo que hacer, lo tengo claro.
-Amanda...- me advierte con cara seria y con un tono bajo.
- ¿Qué no entiendes de NO Lorenzo? No puedo ser más clara.- Estoy cansada de este jueguecito de él.
Traga saliva y aun nervioso intenta reprocharme, me ve seria y sabe que no voy a cambiar de opinión. Decide callarse, creo que se calla en contra de su orgullo. Pero sabe que no va a ganar nada si sigue así , sino al revés, perderá.
Nos quedamos callados los dos, únicamente unidos por el sofá en que estamos sentados. Después de un silencio muy tenso, tan tenso que se podría cortar con un cuchillo, llaman a la puerta. Cuando voy  a abrir la puerta me para y me mira de arriba abajo como inspeccionándome.
- No abras- Ordena.-Abro yo. Tu vístete.
-No lo voy hacer, ¿Tengo que deletrearte cada palabra? Es facil, NO.- Mi respuesta suena borde.
- Como quieras, luego no te quejes.- Me advierte con una sonrisa en su cara mientras va en camino de abrir la puerta.
¿Qué no me queje? ¿De qué?  O sea ¿Me estas amenazando tu también? Lo que me faltaba, que dia llevo con este dios del infierno.
Entran dos hombres vestidos completamente de negro no parecen policías.
-Señor Lorenzo, aquí estamos a su disposición.- Lorenzo los mira y les hace una señal como llevándoselo a la cocina, sé porque lo hace.
Pienso en lo que estoy haciendo y veo que me estoy pasando. Lorenzo lo esta haciendo todo por mi bien ¿Y yo qué? Me estoy comportando como una niña pequeña, sé que esto no es un puto juego, por eso se que me he equivocado y voy a cambiarme. Mierda de Lorenzo y mierda de conciencia.
 Abro el armario, cojo unos vaqueros y un chaleco. Me miro al espejo antes de ir a la cocina.  Me sientan tan bien como el mini camisón.
Voy a la cocina y veo a Lorenzo hablando con los dos agentes que ha llamado.
- Lorenzo aquí estoy. Agentes- Le muestro una sonrisa amarga.
Lorenzo me mira de arriba abajo, le noto en la cara que está mas contento por mi vestimenta. Me echa la mano en la espalda  y me empuja hacia él.
- Bien, ya estamos todos. Señorita empieza del principio...
                                                   - - - - - - - - - - - - - - - - -
Después de una hora de preguntas con los nuevos agentes mandados por Lorenzo, no nos fue de mucha ayuda, no dijo nada que no supiéramos. Dijo lo mismo que los otros agentes: que no me quede sola y que tenga cuidado que todo sera lo más rápido posible.
Lorenzo despidió a los agentes y cerro la puerta rápidamente. Se dio la vuelta y miró en  mi dirección.
Se acerca lentamente hasta que llega al sofá, me mira a los ojos y me quedo callada por un segundo. Cuando reacciono es demasiado tarde. Se tira encima de mi y esta besándome buscando mi boca ansiosamente a la vez me acaricia el pelo.
- Amanda no puedo ver como otros hombres te miran, no lo soporto. Te quiero solo para mi. Para mis ojos, si pudiera haría que solo te pudiera ver yo. Me encantas. Quiero hacerte el amor.-
Seguidamente esta besándome el cuello y yo le respondo, le como a besos. Necesito tenerlo cerca. Necesito sentirlo dentro de mi, ahora mismo lo necesito todo él.
-Házmelo.- le digo mientras le miro a los ojos.
Se levanta sin dejar de mirarme y besarme,me coge y me lleva en brazos a la habitación. Yo estoy agarrada a él, bebiendo de sus labios, mientras le acaricio la cabeza y lo empujo más a mi boca.
Me estira en la cama lentamente y se pone encima de mi. Empieza a besarme encima del chaleco va bajando hasta llegar la boton del pantalón, lo desabrocha y me lo quita. Sube de nuevo. Me besa, me mira a los ojos y me sonríe.
- Amanda, ¿Estas segura?.
- Sí, quiero hacerlo contigo.Ahora.
Me besa el cuello mientras me quita la camiseta ligeramente y empieza a desnudarme poco a poco. Siento sus manos tocándome.  Hago que cambiemos los papeles, me pongo esta vez encima de él y le quito la camiseta. Empiezo a besarle su torso y voy bajando lentamente mientras le miro a los ojos.
- Eres increíble, Amanda. No sabes cuanto me encantas.
Le sonrió y entre besos me deshago de su pantalón.
Ahí estamos los dos, frente a frente estirados. Juntos, uniéndonos cada segundo, buscando abrigo en el cuerpo del otro, y así hasta saciarnos.
 El empieza a moverse lento y luego rapido. Al rato nos movemos los dos con el mismo ritmo, solo se escuchan gemidos y el impacto de las dos pieles...
Me coge en brazos, me apoya en el armario y en brazos se introduce de nuevo dentro de mi. Lorenzo me besa y me muerde mis labios. Apenas puedo moverme por tenerme cogida. Tengo mis pies alrededor de él para poder mantenerme en lo alto, lo siento fuertemente dentro de mí. Esto es lo que quería hace unos días, mi orgasmo esta casi apunto de llegar .
Lorenzo se acerca de nuevo a mi boca y me muerde el labio. Siento que él también esta apunto de llegar. Y allí estamos acabando nuestra dulce agonía a la vez.
Se estira a mi lado, jadeando y sudando.
- ¿Te ha gustado?- Me sonríe mientras se da la vuelta, me mira a los ojos y me pone un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Si- le sonrió, noto como me estoy poniendo roja.
- Amanda, eres muy bonita. No sabes cuanto...

Gracias lorenzo, me estas dejando cortada....

Le sonrío, sin respuesta. Noto que se acerca mas a mi y me besa.
-¿Vamos ala ducha?
-vamos- le digo animadamente.- Tú primero.
Se levanta de la cama rápidamente y cuando llega a la mitad del camino hacia el baño me llama para que vaya con él. No me hago más de rogar y voy.
Nos duchamos juntos mientras estamos besándonos de nuevo y yo noto como mi fuero interno empieza a encenderse. Me tiro a su cuello, esta vez no quiero hacer el amor, esta vez quiero follar.
Lorenzo recibe mis indirectas muy directas y empieza a besarme el cuerpo entero. De nuevo nos fundimos los dos en uno, es un bonito y duro momento de sexo.

¿Cómo se puede follar duro y hacer el amor?
No lo sé, solo lo he vivido con una persona, y esa persona es Lorenzo. Todo lo hace bien y hace que se vea bonito.

No sé si es bueno decir lo que tengo pensado decir, pero creo que estoy empezando a enamorarme. Tengo miedo.
No me gusta decir tengo miedo, pero del amor huyo. No lo he pasado bien en relaciones anteriores y me cuesta mucho estar con un chico. No sé si soy yo o son ellos, la cuestión es que no somos compatibles ¿Seré lesbiana? No lo creo. Me gusta mucho un hombre como para cambiarlo por una mujer. Tengo amigas lesbianas que me matarían si me escucharan decir esto.
Pero, Lorenzo es diferente a todos. Joder, es que lorenzo es perfecto: hace de comer, que me viene bien, se preocupa por mi y parece romántico.
Con solo eso me tiene ganada. Si este chico no quiere nada conmigo, creo que me voy a hundir en la mierda...

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La hora de la comida fue cuando más me sorprendí. Lorenzo como buen italiano y  buen cocinero  me hizo un riquísimo rissoto de setas adaptado a lo que había en el mercado hoy. Verdaderamente estaba delicioso  el toque del queso parmesano  le daba un gusto muy exquisito. Creo que al haberlo hecho él, influyó en mi critica positiva.
La conversación fue muy buena y breve. Hablamos sobre que haríamos estos días y lo que pensaran la gente de la agencia cuando se enteren que se había quedado en mi casa unos dias. Hablamos también de su niñez. No se como surgió esa conversación, pero el tema es que surgió. Me contó que su madre y su padre habían muerto cuando el era muy pequeño y que su abuela le había cuidado hasta ahora, no quise preguntar de que se murieron no era el momento. También me dijo que su abuela vivía en FLorencia y que allí tenia él un piso. Me invitó a visitar Florencia algún día, y yo por supuesto como amada de los viajes, acepte de inmediato. Me dijo que tenia una hermana de dos años menos que él. Se llama Alessandra.
Cuando llegó el postre mis ojos salían de mis órbitas. Hizo tiramisú, ¡Dios sí!. Estaba excitada, emocionada. Me encanta el tiramisú y sobre todo el casero. Cuando lo pobre casi lloro, era orgásmico. Lorenzo al ver mi cara de felicidad, se reía  y se notaba  que estaba satisfecho por lo que había hecho.
Sexo, sexo, sexo y más sexo era lo que se merecía este dios del universo. Este dios caído. Este dios del sexo. Este dios de la cocina. Este dios perfecto.

Cuando recogimos toda la cocina nos sentamos en el sofa a ver una película. Estábamos abrazados, parecíamos una pareja. Qué bonito seria ser la novia de Lorenzo, nos complementamos tan bien... Creo que en cuanto se vaya lo echaré de menos. Creo que duramos viendo la película unos diez minutos,  a mi lado se escuchaba un suspiro fuerte, miro hacia al lado y veo a Lorenzo dormido con la cabeza apoyada encima de mi. Que bonito resulta ver a Lorenzo dormir, es una especie de dios cansado mezclado con un niño pequeño inocente que no es capaz de hacer nada malo. Al rato caí yo también en un profundo sueño.
                                             
                                                                        *

-¡Dios no! Apágalo.- Le digo refiriéndose a su móvil.
De pronto deja de sonar y escucho sus pasos alejarse. De lejos escucho un pequeño murmullo, pero no logro entender nada. Al segundo caigo rendida de nuevo.
En mi sueño escucho voces que me llaman
- Amanda despierta.
Abro los ojos como puedo, no se ni que hora es, ni que día estamos, ni el año en el que vivo.
-Espabílate Amanda, es importante. Tengo que decirte algo. Vamos, Amanda espabila- me ordena dulcemente. Mientras me ayuda a despertarme.
- Si, ¿Qué pasa?- es lo más que puedo decir. Ahora mismo no tengo capacidad de reacción, comprenderme.
- Tenemos que irnos ya de aquí Amanda.
- ¿Nos vamos? ¿A donde? ¿Qué ha pasado lorenzo?- Me incorporo enseguida, está nervioso y suda. Algo grave ha ocurrido.
- Solo vístete y vámonos. Date prisa Amanda- La ultima frase suena alto, se diría que suena como un grito.
Yo no entiendo nada, solo voy hacer lo que él me dice y cuando salgamos de aquí ya me pondrá al tanto de todo. Mi mente va dando vueltas. No se que pasa, no se si es por la amenaza de antes, si es por el trabajo, no lo se...
Cuando estoy lista salgo como puedo y nos dirigimos a su coche. Estamos ya sentados dentro del coche ante de arrancar le paro.
-Vale Lorenzo, ahora me vas a explicar que coño está pasando.-
- No, ahora me vas a explicar la puta historia de tu padre.