jueves, 14 de noviembre de 2013

Capítulo 5

capitulo 5

Recuerdo aquella tarde de abril, era uno de esos días en el que el sol estaba escondido entre las nubes. Era uno de esos días en que a las 6:30 de la tarde ya era de noche y se podía ver alguna estrella en el firmamento.
Apenas lo recuerdo bien como paso todo. Era muy pequeña apenas tenía unos 7 años.
Es  una situación que ningún niño a esa edad debería de haberlo sufrido.
Salia de la ducha como de costumbre, estaba en casa con mi padre como siempre esperando que llegara mi madre de trabajar.  Mi madre salia muy temprano de mi casa, cuando yo me levantaba para ir al colegio ella ya se iba y apenas le daba tiempo de darme un beso en la mejilla y salir corriendo para no llegar tarde. Luego no la volvía a ver hasta pasada las 7 de la tarde. Era la única que trabaja o eso creo, porque no recuerdo que viera a mi padre mover un dedo para mantener la casa.

Mi madre era una de esas mujeres que trabajan todo para sus hijos, en este caso para su hija. Y con el paso del tiempo te das cuenta que ha trabajado muchísimo, se le ve por su aspecto físico, más dolores de lo normal por tener en su juventud un trabajo duro, y arrugas donde no deberían estar aún.

Estaba en mi habitación peinándome frente a un espejito que tenia encima de mi escritorio cuando mi padre entró.

-hola, ¿sabes? Estas muy guapa.

-Sí, lo soy, papá. Cierra la puerta.- le dije de manera ingenua.

El cerró la puerta pero se quedó dentro, siendo mi padre no le di la mayor importancia. Me dijo que tenia que decirme algo y que si hacia lo que me pidiera me compraría un juguete,  él que yo quisiese.  Yo, como era normal en una niña de 7 años, acepté encantada. Pensé que me diría que le hiciera un masaje en los pies o le hiciera la merienda. Sí, la merienda, porque el jamás había recogido ni un plato, ni un vaso, ni siquiera ayudaba a mi madre en las tareas domésticas. No hacia nada todo el día, solo me llevaba y me buscaba a la escuela y decía que se sentía cansado cuando mi madre le echaba la bronca.

Me propuso  algo, que, dentro de mi algo me decía  que no iba a ser bueno. Aun así acepté, mi padre no podría hacerme nada malo. Me equivoqué, abusó de mi confianza y de su autoridad como padre.

-Estírate en la cama y quítate el pijama. Rápido.

Yo obediente, lo hice. Aunque en realidad no quería hacerlo, pero como era mi padre lo hice. Después -este recuerdo me produce nauseas- se incorporó encima de mi y empezó a tocarme en mis partes de una manera asquerosa. Al rato se bajo sus pantalones juntos con sus calzoncillos y se le veía una erección , cuando lo vi me horrorice y me fui corriendo. El vino detrás, desnudo corriendo intentando cogerme  pero por suerte mi madre ese día había salido antes y llego a casa cuando ya empezaba yo a llorar. Mi madre al ver la situación  soltó las bolsas de las compras que llevaba , me miro con ojos de horror y me pregunto que hacia así.
 Le conté todo lo que había pasado. Mi madre me creyó y en lo más profundo de su ser creo que ella temía que algún día pasara esto. Rápidamente reaccionó, fue en busca de ese ser maldito que hizo eso a su hija y lo vio  intentando vestirse. Le gritó, le abofeteó, lloró de rabia y al final ella se llevó también parte. Él no agachó la cabeza , fue a la cocina. Yo estaba aterrada, inmóvil, escuchando los gritos de  miedo. Tenia que ir en busca del vecino. Salí corriendo de mi casa y fui a buscar al vecino, que por suerte estaba en su casa.  Me vio llorando y creo que él también sabia que estaba pasando solo al mirarme a los ojos. Enseguida fue corriendo a mi casa, era un hombre fuerte y grande, mi padre no podría con él. Yo me quedé fuera de mi casa, con miedo, llorando desconsoladamente. Se escuchaban gritos y porrazos, mi curiosidad me hizo entrar y vi como mi padre tenia un cuchillo en la mano cogiendo por el cuello a mi madre y como el vecino hacia todo lo posible por acercarse. Cuando mi padre me vio llorando asomada en donde se encontraban ellos, se quedo inmóvil y mi vecino aprovecho para darle un puñetazo y quitarle el cuchillo y hacer soltar a mi madre.  Le vi a mi madre sangrarle el cuello, creo que ha sido uno de los peores recuerdos de toda mi vida, el mundo se me vino abajo y mi madre se dió cuenta,  seguidamente me abrazó, me besó y me recordó que todo iba a ir bien a partir de ahora. Él se iría para siempre, y  nunca jamás lo volveríamos a ver.

Y hasta en la actualidad no he vuelto a ver jamás, ni siquiera me ha llamado para preguntarme si estoy bien o no, ni siquiera se si esta vivo o esta muerto.

Recuerdo que mi madre me contó un día que ella se había enterado que tenia adicción a las drogas y se había peleado varias veces en peleas callejeras. Había estado mucho tiempo en un hospital por una paliza que le dio un narcotraficante y luego estuvo una temporada en la cárcel y hace unos días salió. Solo sé eso, en estos años solo se eso. Desapareció y no me queda ninguna duda si quiero verlo o no, y por si quieres saberlo, Lorenzo, no, no lo quiero ver ,ni en fotos, ni en pintura. No quiero saber nada de él. No quiero saber si le va bien o le va mal.  No le perdono lo que le hizo a mi madre porque se que no era la única vez que lo hacia, y no le perdono lo que intento hacerme. Joder podría haber estado traumatizada de por vida , vaya mierda de padre he tenido.

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-Joder, Amanda...- le ha cambiado la cara, está  pálido y tengo que acariciarle la cara para que se tranquilice y reaccione.-

- ¿Me puedes decir que tiene que ver todo esto con mi padre?- cuando acabo la frase, mi mente va recopilando información y antes de que Lorenzo reaccione yo se lo digo.-No jodas Lorenzo, no me jodas que ha sido él , joder...- me hundo llorando en el asiento del coche, ¡no! He vuelto otra vez a verlo y otra vez a intentado violarme aparte de querer robarme... Maldito hijo de puta por eso me sonaba tantísimo esos ojos fríos, por eso sabia mi nombre, todo encaja todo...

- Es un hijo de puta Amanda, la policía esta buscándolo por todos lados pero parece que se lo ha tragado la tierra.

Me siento aún más en el asiento del copiloto mirando por la ventana. Tengo la mirada perdida .

-Eh, Amanda. - Me coge de la barbilla y me gira para verme la cara-  No te preocupes bellísima... mientras estés conmigo nada te va a pasar, no lo voy a permitir. Que lo sepas pequeña mía- me coge de los brazos y se los echa encima para darme un abrazo y yo le correspondo.

-Vámonos, vamos al hotel donde me alojo, nos quedaremos allí a dormir ¿De acuerdo? Estaremos mas seguro, y tú estarás más tranquila. Le daremos una foto a los que vigilan el hotel y no le dejaran pasar bajo ninguna circunstancia y si lo ven avisaran a la policía.

¡Guau!, esto no es una habitación de hotel. Esto es un apartamento en un hotel para él solo.  El hotel era muy lujoso. Se notaba, sobre todo con los trabajadores que le hacían la pelota para que les dieran propina, mucha propina. En fin , el mundo estaba lleno de pelotas.
Volviendo a su habitación, se veía que había venido a pasar una temporada porque estaba decorado para él, había exactamente las cosas que le gustaba.

- Amanda, puedes ducharte si quieres y luego pediremos algo de cenar y veremos algo en la televisión si te apetece y nos dejaremos dormir. Si te parece todo bien, si no, hacemos otra cosa.

- No tengo sueño. Tampoco tengo ropa interior para darme una ducha, asi que cenemos.- Le digo sin ganas ya. He vivido muchas emociones durante estos días, no puedo mas.

Lorenzo me mira y se pone pensativo. Luego reacciona al ver que le hago gestos con la mano simulando saludarle para que se quite el embobamiento que tenia.

- Ya  se, Amanda. Nos vamos de compras.- me dice con un cara sonriente.

- Si me lo hubieras dicho en otro momento hubiera aceptado pero ahora mismo no tengo ni la mas mínima gana de ir de compras y tampoco creo que a estas horas estén abiertas para ti- le digo en tono jocoso.

Comprende que llevo razón y se calla. Al rato se me acerca me abraza y me promete que estará todo bien. Su olor me embriaga.
Está detrás de mi y me empieza a masajearme la espalda. Poco a poco va quitándome la blusa y me besa la nuca, mis bellos se ponen de punta pero hago que no se de cuenta, también me están entrando escalofríos. Lorenzo es capaz de quitarme todos mis males con tan solo un tocamiento, cambia mi estado de ánimo en segundos. No se como en tan poco tiempo este hombre logra cosas que nunca han logrado otros. Me aparto disimuladamente porque ahora mismo no tengo ganas de sexo, lo se, es raro en mi , ya que  tengo una sangre muy caliente siempre, pero ahora mismo lo único que se me apetece es comer, comer y comer . Estoy de bajón.
Lorenzo empieza a hablar pero no le estoy escuchando hasta que con un tono medio de risa medio enfadado me mira con los brazos cruzados y me dice que le eche cuenta. Me hace gracia como se ha puesto, se le notan los músculos de los brazos, verdaderamente él esta en forma, esta muy bueno y podría tener a quien quisiera y sin embargo esta aquí, tragándose esta marrón conmigo... Es tan dulce.

-Oye échame cuenta, bellisima te estoy hablando.- Me dice con un tono enfandón.

-Lo siento estaba pensando, ¿Qué querías Lorenzo?

-Podemos salir a una sala que tiene este hotel que es solo para clientes exclusivos, es decir, clientes como yo.- me dice orgulloso de sentirse con dinero.- Lo que pasa que hay que ir arreglados.

- Lo siento Lorenzo, no tengo ni ropa ni ganas, de verdad, quedémonos aquí, ya mañana vamos ¿Si?

-De acuerdo.- Me dice refunfuñando.

Me dirijo al baño a cambiarme y a ponerme mas cómoda, más concretamente en ropa interior porque he salido sin ropa. Cuando salgo del baño semi desnuda me mira con cara de pillo.

- Ajá, ya se lo que te pasa, tú quieres que lo pase igual de mal que la primera noche que estuvimos juntos, sin poder hacer nada ¿Verdad?- Que se acordara de ese momento me hizo reir, y sentirme que de verdad este chico si quería algo conmigo.

- Exacto, has acertado Lorenzo, cada día me sorprende más tu capacidad de adivinación. Deberías dedicarte a eso.- hago notar mi ironía.

 Lorenzo esboza una sonrisa, creo que se alegra que este volviendo mi humor.
Al paso de la noche, después de ver varias películas y saltarme completamente la dieta comiendo

chocolates, helados, golosinas y más cosas por el estilo, Lorenzo pide comida rápida para cenar.
- Hoy nada de pijerias, una pizza a la mamma italianna y lista la cena, ¿Te parece bien pequeña?

- Si, me encanta la idea de la pizza. - Por cierto creo que ya lo sabéis pero la llamada comida rápida y la llamada comida basura (creo que son las mismas) me encantan, es mi perdición lo malo es que no  puedo comerla siempre. Chica... una no tiene un metabolismo rápido... Es una pena porque me comería nutella a cucharadas.

Tras una larga noche de comilona y de películas llegó la hora de dormir. Era muy tarde cuando nos fuimos a acostar. Nos acostamos en la misma cama Lorenzo  y yo, y abrazados caímos en un profundo sueño.

En mitad de la noche me desperté después de un sueño aterrador. Era yo de pequeña y mi padre intentado de nuevo violarme, también veía como  mi madre tenia su  cuello ensangrentado. El  sueño fue debido por lo que le conté a Lorenzo.
Estoy sudando y necesito beber un vaso de agua. Me levanto con cuidado de no despertar al pobre de  Lorenzo, ya que demasiado ha hecho por mi, como para no dejarlo dormir tampoco.
Me dirijo al baño y me echo agua por encima,me sequé con una toalla que tenía el logotipo del hotel.

Voy en busca de agua  por la habitación pero no hay más que chocolates, fanta y la caja de la pizza que pedimos.
Me visto y bajo a buscar un puesto dentro del hotel haber si había agua. Busco y busco hasta que al fin di con uno.
Cuando saqué la botella , me pareció ver a alguien cruzar por el otro pasillo y me empezaba a comer el miedo, ya me imaginaba de todo, tenia que ir rápido a la habitación. Salí andando rápido a la habitación  y sentía como alguien me miraba del otro lado del pasillo , la piel se me puso de gallina y sentía escalofríos. Cuando por fin llegué a la habitación y cerré la puerta sentí un gran alivio, había llegado bien, sana y salva. Bebí con ansiedad el agua y luego dejé la botella encima de la mesita de noche. Me acerqué a coger mi móvil para mirar la hora y a la vez que lo cogí sonó, ¡Joder!  Si que era casualidad.
Sonó tan fuerte, que Lorenzo se despertó y medio dormido me pregunto que hacia y le explique que me había llegado un nuevo mensaje. Enseguida salto de la cama y se puso a mi lado, parecía un flash back de lo que había pasado en mi  casa, pero ahora en el hotel.

Abrí el mensaje: desconocido.
<< Así que ya sabes quien soy ¿verdad?, ¿No sientes curiosidad de como estoy? Jodida perra tenia que haberte matado a ti y a tu madre cuando pude, por cierto no deberías ir a coger una botella de agua a estas horas, es tarde y podrían hacerte daño...>>

- ¿Como? ¿Qué coño esta diciendo? - Lorenzo me mira confundido.

Estoy pálida , con el móvil en la mano y  las lagrimas cayéndome de los ojos. Lorenzo me pregunta que es
eso del agua y no me queda otra que contárselo.

- No me jodas, ¿Como cojones ha podido entrar aquí? Si es que lo avise...- Se acerca me abraza y me besa la frente .

Se culpa a sí mismo de que podía haberme pasado algo, pero yo le insisto que estoy bien y que él no podía haber hecho más de lo que ha hecho.

-Espera, quiere decir que esta aquí , aún no le habrá dado tiempo de salir.

Tras estas palabras Lorenzo sale corriendo de la habitación al pasillo y empieza a buscarlo, pero antes me advierte que me quede detrás de él, nunca jamás sola y que si la cosa se complica vaya en busca del guardia que hay, aunque ya no confía mucho en el guardia.
Salimos los dos de la habitación, yo detrás de él como me dijo y empezamos a buscarlo por el pasillo. Buscamos detrás de cada sofá, de cada cortina de las ventanas, detrás de cada escultura, pero nada... no hay nada. De pronto recibe él una llamada.

-¿Si?, Ah vale, muy bien. Bien hecho Ansel.- su voz suena triunfante.

- Amanda por fin tienen al hijo de puta de tu padre.- Siento un alivio tan grande que caigo de rodillas al suelo  y empiezo a llorar de alegría. Lorenzo se asusta un poco pero después comprende la situación y me vuelve a abrazar. Parece un osito amoroso tanto abrazo.

Le pido explicaciones de quién es ese tal Ansel y como ha hecho para pillarlo. Él rápidamente me explica todo con pelos y señales. Me dice que Ansel es su guardaespaldas de siempre y que le había pedido que tuviera vigilado a ese hombre. Ese hombre es mi padre. Me ha contado que se lo encontró hace unos 10 minutos merodeando por el jardín y se le acercó porque le sonaba de algo esas pintas, así fue como lo pillo, intento ponerle fuerza pero con Ansel no podría.
Cuando vi a Ansel comprendí porque no podía con él .
Ansel era africano, de piel muy oscura y con unos rasgos muy atractivos. Podría medir aproximadamente 1.95 cm y era un hombre muy fuerte, mucho más fuerte que Lorenzo.
Llevaba arma y tenia un auricular como en las películas.
Cuando Ansel llamó a la policía y lo puso al tanto, me sentí eufórica, reía como hacia días no reía. Al fin habían cazado al tio que me estaba amargando últimamente y que irónicamente era mi padre. Pero eso ya era historia pasada, quería ponerle fin a esa etapa de mi vida , quería que acabase todo de una vez.

 Tras unas largas horas con la policía explicándole todo lo que había pasado me dijeron que había sido muy valiente y que gracias a mi lo habían cogido. No se si se creían que era una niña pequeña o algo pero me sentí halagada.
Al llegar a la habitación del hotel solo tenia ganas de dormir, estaba muy cansada, no había pegado ojo en toda la noche por todo lo que había pasado.
Lorenzo entraba detrás de mi y cerro la puerta. Me miró, le miré y mis pezones se pusieron duros, hasta me dolían, con tan solo una mirada, lo que puede hacer este ser en mi.  Se dio cuenta y se dirigió a mi, me estiro en la cama dulcemente y empezamos a desnudarnos.
Yo tocaba su cuerpo y su erección se apretaba en mi. Lo deseaba, en ese momento era lo único que se me antojaba, se me antojaba beber de él, comerle todo.  Y con eso darle las gracias por estar conmigo. Hicimos el amor mientras nos follábamos duro. Es increíble. Para mí decir que hacia el amor es muy importante, porque nunca lo había hecho con nadie. Me refiero el amor, el follar me he hartado...
 Nuestra jornada pasional hizo que nos quedáramos dormidos los dos, al fin, sin ninguna molestia de nadie.

Nos levantamos tarde, y pedimos que nos subiera la comida a la habitación. Comimos y nos vestimos - yo con la misma ropa- y nos fuimos a  mi casa. Una vez que llegué me di mi ansiada ducha y me cambié de ropa, estaba hasta agobiada. Al cambiarme de ropa pude escuchar en mi cabeza la canción de Aleluya.

Salí de mi cuarto ya vestida  y escuché a Lorenzo hablar con alguien por su móvil. Hablaba en italiano yo no entendía nada. Su voz sonaba llena de preocupación.
Cuando se dio la vuelta tenia lagrimas en los ojos, me acerque asustada y le pregunte que pasaba

- Joder, Amanda,. Mi hermana... - traga saliva- ha tenido un accidente de tráfico y está en estado muy grave. Me tengo que ir a Florencia, ya.

7 comentarios:

  1. Ay Rachel, por fin me he puesto al día con tu historia. Me gusta la trama y me parece muy interesante todo lo que hay detrás del personaje de Amanda. De momento es un gran comienzo y me gusta mucho la intriga y el suspense que vas dejando en cada capítulo. Te sigo leyendo, ok? Un besote

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    1. Muchísimas gracias Anele por leerlo. ¡Qué bien que te guste! A partir de ciertos capítulos va a ver mucho más movimiento. Mil besos.

      PD: Me tengo que pasar por tu blog, pero ya!

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  2. POBRE LORENZO NO SALE DE UNAS CUANDO YA ANDO EN OTRAS <3

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  3. me encanta por fin cogieron a su padre que malo era madre mia. Y pobre Lorenzo ahora su hermana seguro que se va con el a Florencia jijiji. Esperando el siguiente capitulo Mary

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    1. Me alegro Mary que te guste!! :) EL siguiente el lunes. Os gustara. :) ¿Se irá con Lorenzo?

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  4. Me ha encantado, Rachel. De nuevo, te felicito. Lorenzo me está empezando a gustar más... Y el padre asqueroso, repugnante, menos mal que ya estará entre rejas, ahora por fin que Amanda está tranquila, accidente de la hermana de Lorenzo. Estoy deseando leer el siguiente, me encanta :D

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